Covid, invierno y dengue | El Nuevo Siglo
Martes, 29 de Septiembre de 2020

 

* No bajar la guardia en ningún frente

* La regulación de demanda en las UCI

Una de las premisas más repetidas de las últimas semanas es aquella de que los colombianos no pueden relajarse ni bajar la guardia ante la evolución de la pandemia del Covid-19. Todos los indicadores de la curva epidemiológica refieren que el volumen de contagios y decesos por el virus continúa a la baja a nivel nacional, aunque en algunas ciudades se está evidenciando un estancamiento de esa tendencia e incluso el riesgo de que comience a subir de nuevo.

Como bien lo indicara en entrevista dominical con este Diario el Ministro de Salud, el país registra más de 60 días con una marcada tendencia a la baja tanto en nuevos positivos como en fallecimientos pero “ello no es una licencia para bajar la guardia”. De hecho, Colombia ya superó los 800 mil  contagios y 25 mil pérdidas de vidas, lo que nos coloca  en el top 10 de las naciones más golpeadas por la crisis sanitaria a nivel mundial, aunque si se revisan esas mismas cifras epidemiológicas bajo un parámetro de rata poblacional comparada, es decir de casos por millón de habitantes, estamos por debajo de la mayoría de promedios en nuestro continente e incluso mundiales en cuanto a índices de morbilidad y mortalidad.

Ahora bien, como lo publicamos la semana pasada, es necesario mantener las alertas prendidas, no solo para que la población entienda que es muy peligroso confiarse y relajar las medidas de bioseguridad y distanciamiento social, sino ante otros dos factores que podrían impactar en la curva epidemiológica o en el plan de contingencia activado para hacer frente a la emergencia sanitaria. De un lado, ya estamos entrando de lleno en la segunda temporada invernal del año que, según los pronósticos del Ideam, apunta a ser intensa en materia de lluvias y bajas temperaturas asociadas. A ello se suma que los cálculos meteorológicos globales señalan que existe un 75% de probabilidad de que se presente un nuevo fenómeno climático de La Niña el cierre de este año, lo que, como primera consecuencia, no solo aumenta el volumen de pluviosidad sino las olas de intensas de frío.

Si bien los estudios que se han realizado en todo el planeta en torno a los factores disparadores de la pandemia arrojan resultados disímiles sobre la influencia del clima en una mayor o menor cantidad de contagios o fallecimientos por este coronavirus, es claro que en las épocas invernales se disparan los casos de enfermedades respiratorias agudas, que terminan siendo una patología de base que puede complicar gravemente la salud de una persona que adquiera el Covid-19. A ello se suma que, incluso si el paciente no resulta positivo del virus, su enfermedad pulmonar puede llevarlo a una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en donde requiera soporte respiratorio mecánico. Aquí el problema es que estas camas se han multiplicado para destinarlas lo más posible a pacientes del virus que evolucionen a estado crítico.

Pero no es la única amenaza a la vista. La Procuraduría advirtió la semana pasada que los casos de dengue se habían disparado e instó al sistema de salud a nivel nacional, regional y local a no descuidar la evolución de esta enfermedad endémica tropical, obviamente a la par de la atención de la pandemia. Las cifras son preocupantes: entre enero y agosto de este año se registraron más de 67 mil contagios por dengue y 36 muertes, con especial afectación en Valle del Cauca, Chocó, Cauca, Caquetá y Caldas. Al igual que ocurre con las personas que se ven afectadas por las gripes e influenzas estacionales en épocas de invierno, los pacientes de dengue que evolucionen a estado crítico pueden terminar siendo recluidos en UCI, lo que podría aumentar la ocupación de las mismas en momentos en que la prioridad debe ser dedicarlas a los positivos graves de Covid-19, más aún en momentos en que se teme un rebrote, repunte o ‘segunda ola’ (como se quiera denominar) de la pandemia en algunas ciudades, como ha ocurrido en Europa y otras partes del mundo.

Tanto la Organización Mundial de la Salud como la Organización Panamericana de la Salud han advertido que, entendiendo la prioridad que impone la pandemia a todos los gobiernos y sistemas de salud, es urgente no descuidar las campañas de prevención, vacunación y atención de otras enfermedades endémicas en nuestro continente que, incluso, pueden llegar a ser tan mortales como el Covid-19. Enfermedades que tienen sus ‘picos’ directamente relacionados a circunstancias climáticas, como es el caso del dengue o las patologías respiratorias agudas. Colombia debe, en consecuencia, no bajar la guardia en ninguno de estos frentes.