¿En cuánto ha subido la gasolina durante este Gobierno?

Miércoles, 1 de Febrero de 2023
En los últimos seis meses, el valor del combustible se ha disparado con incrementos sucesivos desde septiembre del 2022 hasta este febrero

Uno de los mensajes contundentes que en proceso de empalme presidencial dejó la administración de Iván Duque al gobierno entrante de Gustavo Petro, fue que si de verdad quería reducir el descuadre del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) debía incrementar el precio de los combustibles cada mes.

En esos momentos, el déficit de ese fondo que subsidia el precio de la gasolina y el diésel, era de $28 billones. En agosto, Petro y el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, aguantaron los precios, pese a que por el incremento del precio del dólar que llegaba a los $5.000 daba señales de la necesidad de aumentar los precios.

En septiembre, el Gobierno no pudo aguantar más y decidió proceder a anunciar que se harían tres incrementos sucesivos de $200 para salirle al paso al saldo en rojo del déficit, pese a que se trataba de una medida antipopular. Además, para ayudar un poco a frenar el incremento en los precios de alimentos y los fletes de carga, decidió no subir el valor del diésel. Pero ese incremento promedio no fue suficiente y ya en enero tuvo que subir la gasolina $400, con un aumento previsto de $59 para el ACPM. Ahora en febrero el aumento fue de $250.

Según cifras del Ministerio de Minas, cuando Gustavo Petro llegó a la Presidencia, en agosto de 2022, el precio de la gasolina estaba en $9.180 y en diciembre de 2022 el precio llegó a $9.778.

Sin embargo, con el incremento del combustible en enero de $400 y ahora el de febrero de $250, el valor del galón de gasolina quedó en $10.428. Es decir que, en los últimos seis meses, el costo de la gasolina ha aumentado $1.248.

Incertidumbre

A medida que el Gobierno decide los incrementos de la gasolina, asimismo comienza a calentarse el ambiente social, debido a la insatisfacción tanto de los transportadores como de los propietarios de automotores en todo el país.

Sin embargo, lo que está haciendo el gobierno Petro es ejecutar lo dispuesto en el Marco Fiscal de Mediano Plazo que expidió la anterior Administración.

No en vano, en septiembre de 2022 el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, anunció los incrementos sucesivos en el precio de la gasolina.

El plan, según Ocampo, es que mes a mes el Gobierno siga revisando el incremento que tendrá el precio de la gasolina y que estas alzas vayan hasta el 2024.

En la actualización del Plan Financiero de 2023, el Gobierno dijo que “se proyecta que los diferenciales de precios se cierren a comienzos de 2024 para gasolina corriente, y a comienzos de 2025 para el ACPM, con lo cual el Gobierno lograría que la presión de gasto asociada al FEPC desaparezca en el transcurso del cuatrienio".

Según comentó Juan Carlos Vélez Uribe, presidente de la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos (Fendipetróleo), sin los subsidios al precio de la gasolina en Colombia el valor del galón podría llegar hasta los $16.000.


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La diferencia

El propósito que ha dicho que tiene el Gobierno es que el precio de la gasolina empate con el precio internacional, pero con los incrementos que iban hasta enero, todavía queda diferencia.

Incluso el Ministerio de Hacienda fue más allá y advirtió que de no haber contado con la operación del FEPC en 2022, los precios de la gasolina corriente y del ACPM se hubieran ubicado, en promedio, en más de $5.150 y $10.600 por encima del precio de venta promedio vigente por galón, respectivamente.

En este contexto, el Plan Financiero indica que “el déficit del FEPC representa un desafío para la sostenibilidad de las finanzas públicas (...), por lo que materializar acciones y estrategias encaminadas a reducirlo es fundamental (...)”.

Ese déficit se refiere al “hueco” que debe tapar el Estado cuando subsidia el 50% del galón. Hay que recordar que el Fondo de Estabilización fue creado en 2007 con el objetivo de subsidiar la mitad del precio durante las épocas en las que el precio internacional del petróleo está más caro. La idea inicial consistía en amortiguar el impacto que tendría la alta cotización del crudo para el bolsillo del consumidor.

“Es importante resaltar que, incluyendo este ajuste, Colombia sigue teniendo uno de los precios de la gasolina y del diésel más baratos de América Latina gracias a la operación del FEPC, el cual ha mitigado la presión inflacionaria de los incrementos de los precios del petróleo y sus derivados en los últimos meses”, señaló el ministro de Hacienda en meses pasados.

“Bomba de tiempo”

Sin embargo, sostener ese auxilio a los precios de los combustibles se ha convertido en una bomba de tiempo. Según el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), el saldo rojo que genera asciende a $40 billones al año y, a juicio de varios analistas, es injusto destinar una porción tan cuantiosa del presupuesto público para favorecer a una porción de la sociedad que no está en condiciones de vulnerabilidad.

Sin duda el precio de la gasolina se suma a las preocupaciones de los colombianos con el costo de vida, puesto que los hogares tienen que hacer cada vez más piruetas para lograr que la plata alcance hasta fin de mes. Actualmente los alimentos, el transporte y la vivienda son los rubros de la economía familiar que más están incidiendo en esta alza de precios, lo que quiere decir que gran parte de lo que gana la gente hoy en día se va en la solución de necesidades básicas, por encima de ítems como las idas a restaurantes, el ocio o salidas a cine.

De todos modos, los colombianos se preguntan ¿hasta cuándo seguirán subiendo los precios de la gasolina?

El impacto de la tasa de cambio

Sergio Cabrales, ingeniero industrial y experto en hidrocarburos, dice que las altas cifras inflacionarias en el mundo y en el país han generado presión sobre los costos.

A esto se suma la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha impulsado otras crisis como escasez de insumos y materias primas; el alza de las tarifas de la energía y el gas y demás. Junto a ello, la devaluación del peso colombiano frente al dólar.

Sin duda la tasa de cambio es un factor clave en el precio final de la gasolina en el país, ya que los precios internacionales son en dólares por galón o por barril y asimismo los cobra Ecopetrol. "Cuando uno va a la bomba de gasolina paga en pesos. Entonces siempre hay una conversión de una moneda a la otra. Y si la TRM sube o baja, va a afectar el precio que está pagando el consumidor final", expone Cabrales.

En este sentido, para Cabrales los problemas del fondo es que no es una cuestión técnica, sino que depende de una decisión gubernamental. Es decir, está en el Gobierno decidir si hace un alza o no. Por normativa, el máximo para subir en la gasolina es el 3% de lo que se le paga a Ecopetrol y el 2,8% en el caso del diésel. 

"Si la subida del precio internacional es muy alta, entonces el alza del 3% no alcanza y eso es lo que viene pasando. O lo que se ha hecho en otros gobiernos, que es no subirlo para no tener efectos en la inflación y el déficit sigue creciendo", agrega Cabrales.

Redacción Economía