En los últimos 10 años, Latinoamérica ha sido protagonista en varios casos de fraude corporativo de alto perfil y gran escala mediática. Kroll, una división de Duff & Phelps, en conjunto con la Fundación Latinoamericana de Auditores Internos (FLAI) realizó un estudio en el que participaron 704 auditores internos de empresas con más de 500 empleados de todo el mundo.
Casi la mitad de los participantes manifestó tener desconfianza en los programas de gestión de riesgo o fraude de sus empresas.
Pablo Iragorri, director ejecutivo de Inteligencia de Negocios e Investigaciones de Kroll Colombia, explicó que en este contexto de crisis se conjugan con mayor frecuencia o facilidad ciertos factores que aumentan el riesgo y la exposición al fraude.
Entre ellos, cabe mencionar que aumentan las oportunidades para que una persona pueda cometer un delito ya que las nuevas condiciones de trabajo podrían aún no contar con los procesos de control y monitoreo necesarios. Esto se debe, según Iragorri, a que los protocolos de los oficiales de cumplimientos y las áreas de auditoría interna vieron modificados radicalmente sus labores durante la pandemia. “Esfuerzos conjuntos, procesos adecuados y personal suficiente y capacitado, pueden hacer la diferencia y revertir el crecimiento en el número de fraudes en la región”, señaló el experto de Kroll Colombia
El estudio también revela que uno de los principales motivos para no lograr una gestión adecuada de riesgo de fraude en una compañía puede ser ocasionada por la falta de recursos humanos capacitados a tal fin, pues el 80% de los encuestados manifestó que había carencia de personal para ejercer estas labores. De hecho, llamó la atención que el 15% en las empresas cuya nómina es igual o superior a 50.000 empleados, el departamento de auditoría interna estaba conformado por 15 personas o menos.
Esta tendencia observada especialmente en Latinoamérica, según el documento de Kroll, evidencia que hay una correlación entre las presiones económicas y laborales con la mayor probabilidad de que se cometa fraude. No obstante, afirman que esto se puede corregir con el fortalecimiento de las áreas de auditoría interna, además de la contratación y capacitación oficiales de cumplimiento pues, de hecho, el 89% de los encuestados señaló un buen programa de compliance ayuda a detectar y prevenir actos corruptos o fraudulentos.