EL CULTIVO de tomate en Colombia ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, consolidándose como uno de los pilares de la agricultura nacional. Con presencia en al menos 21 departamentos y una superficie de siembra que abarca unas 9000 hectáreas, la producción anual de tomate ha alcanzado la asombrosa cifra de 512.000 toneladas.
Colombia ha logrado un promedio de producción de 62,3 toneladas por hectárea (Ton/ha), situándose como uno de los productores destacados en la región. Entre los diez departamentos de la región Andina, que concentran el 90% de la producción, Boyacá se destaca como el líder en productividad con hasta 100 Ton/ha, seguido de cerca por Caldas, Risaralda y Cundinamarca.
Dos variedades de tomate, el Milano y el Chonto, son ampliamente cultivadas en el país, siendo elementos esenciales en la gastronomía colombiana. Además, Boyacá como el principal productor de tomate bajo invernadero en Colombia, ha demostrado que el cultivo de tomate es uno de los más tecnificados y productivos del país.
No obstante, la industria del tomate en Colombia enfrenta un desafío importante debido a la presencia recurrente de plagas y enfermedades, entre ellas el Moho gris (Botrytis cinerea). Este hongo patógeno afecta gravemente las plantas de tomate, causando necrosis en flores, hojas, yemas, brotes y frutas afectando de forma importante la productividad y rentabilidad, lo que ha sido motivo de preocupación constante para los agricultores.
Por esto, la industria de productos para la protección de cultivos se enfoca en ofrecer, soluciones innovadoras, sostenibles y de origen natural que ayudan a mejorar la calidad de la cosecha y garantizan la seguridad de los productos que los colombianos consumimos en gran cantidad.
“En Basf estamos orgullosos de presentar Duravel® WP, una innovadora solución fúngica biológica, con registro para el cultivo de tomate y otras Solanáceas como Uchuva, Lulo, tomate de árbol, Ají, pimentón, berenjena, y ají dulce en Colombia. Este producto, elaborado a partir de la cepa MBI600 de Bacillus amyloliquefaciens, ofrece una solución efectiva para combatir el moho gris y así proteger los cultivos en todas sus etapas de crecimiento. Al ser una solución biológica, este fungicida no deja residuos indeseados en los frutos cosechados, lo que garantiza la calidad del producto final y la satisfacción de los consumidores”, destaca Carlos Sepúlveda, gerente de Marketing de Soluciones para la Agricultura en Basf.