Economía rusa en vilo tras crisis ucraniana | El Nuevo Siglo
Lunes, 17 de Marzo de 2014

La economía rusa sufre ya las consecuencias de la crisis ucraniana y podría entrar en recesión, independientemente de las sanciones occidentales, estiman analistas.

 

La economía rusa se venía desacelerando desde antes de la escalada con Kiev por el apoyo dado por Moscú a los secesionistas de la región de Crimea, que votó separarse de Ucrania para adherir a la Federación Rusa en un referéndum impugnado por Occidente.

La tensión generó la peor confrontación diplomática entre Moscú y los países occidentales desde la Guerra Fría, aunque actualmente los intereses económicos de ambas partes están mucho más interconectados que antes del derrumbe del comunismo a inicios de los años 90.

Las sanciones anunciadas el lunes por Bruselas y Washington, dirigidas únicamente a personalidades y no a empresas, han sido consideradas más bien modestas por Moscú, donde la Bolsa cerró con una fuerte recuperación.

 

Pero los occidentales aseguraron estar dispuestos a ir más allá y los economistas temen un impacto difícil de absorber para la economía rusa.

"Una recesión es difícil de evitar", resumieron el lunes los analistas de la banca pública VTB Capital, que prevén una contracción de la economía en el segundo y el tercer trimestre y un crecimiento nulo del Producto Interior Bruto (PIB) ruso en 2014.

 

"Varias señales demuestran que la economía está golpeada por efecto de la incertumbre (...) Las empresas aplazan sus inversiones y las contrataciones y los consumidores aplazan sus gastos no indispensables", explicaron.

El rublo cayó más del 12% ante el euro desde principios de año, provocando un riesgo de espiral inflacionaria y de un frenazo al consumo. La cotización de la moneda es seguida de cerca por una población habituada a las dramáticas devaluaciones desde el desmembramiento de la URSS.

Y las empresas y los inversores se muestran prudentes en espera de saber hasta dónde llegará la escalada antes de lanzar proyectos importantes.

 

- Proyectos conjuntos paralizados -

Para Neil Shearing, del gabinete Capital Economics, las sanciones contempladas hasta ahora -dirigidas más a altos responsables que a las empresas- deberían tener "repercursiones limitadas". "Pero el efecto indirecto, como una anticipación de nuevas sanciones más duras, podría provocar más daños", apuntó.

El exministro ruso de Finanzas Alexei Kudrin, muy respetado en los círculos de empresarios internacionales, advirtió la semana pasada que el movimiento ya había empezado.

"Los créditos contraídos por nuestras empresas en el extranjero se elevan a 700.000 millones de dólares actualmente. Hoy esto empieza a reducirse porque muchas líneas de crédito se anularán, algunos proyectos conjuntos se paralizarán y eso incluso ya ha empezado", explicó.

Sin embargo, los economistas apuntan a la falta de inversiones como principal motivo del estancamiento del crecimiento en Rusia (1,3% en 2013 contra 3,4% en 2012 y 4,3% en 2011). El país se había beneficiado a principios de los años 2000 de una recuperación de las capacidades de producción y de la subida de los precios de los hidrocarburos, pero las propias autoridades rusas admiten que el modelo está ahora agotado.

 

Petróleo, automóvil, trenes, defensa, agroalimentación, obras públicas: en casi todos los sectores, las grandes empresas rusas se han asociado a multinacionales occidentales para modernizarse, aunque Moscú trate de reequilibrar su economía en dirección de Asia.

 

Moscú de hecho ha convertido la mejora de su atractividad para los inversores extranjeros en una prioridad de los últimos años, usando como vitrinas eventos internacionales como el la cumbre del G20 de potencias industrializadas y emergentes de San Petersburgo el año pasado y sobre todo los Juegos Olímpicos de invierno de este mes en Sochi.

Esos esfuerzos se han dilapidado debido a la crisis actual y Rusia parece resignada a encarar tiempos difíciles.

El economista Michael Hewson, de CMC Markets, apuntó a la "repatriación de activos a gran escala por parte de bancos y empresas" para preparar eventuales sanciones.

 

La sorprendente caída reciente del valor de la deuda pública estadounidense en manos de entidades extranjeras fue provocada, según analistas, por la repatriación por parte del banco central de Rusia de parte de sus haberes, para proteger sus reservas de divisas procedentes de las ventas de hidrocarburos.

"Hemos entrado en un juego que ya no es únicamente político, sino también económico. Eso demuestra que Rusia está preparada para sanciones más severas: el guión a la iraní" con la congelación de los haberes y el embargo comercial que provocan penurias e inflación, comentó el diario económico Vadomosti.

 

Y si Rusia quiere replicar con la negación de visados u otras sanciones contra personalidades europeas o estadounidenses, el efecto sería limitado. Pero podría, en cambio, "trabar las actividades de empresas occidentales en Rusia", según los expertos del gabinete EurosiaGroup.