En este siglo ha avanzado en el país la normatividad para favorecer la participación de la mujer en la administración pública y en la política, inicialmente con la Ley 581 de 2000, por medio de la cual se dispone que el 30 por ciento de los altos cargos públicos deben ser ejercidos por ellas, y posteriormente la Ley 1475 de 2011 estableció que un 30% de las listas que presenten los partidos en las elecciones debe ser este género.
Este tipo de medidas se enmarcan dentro de la llamada discriminación positiva que se aplica en diferentes países con el objeto de favorecer o proteger la participación de género o de raza en un determinado escenario de la vida nacional. Sin embargo, no siempre son vistas con buenos ojos, incluso por unas pocas mujeres porque consideran que terminan siendo limitantes, pues como en el caso de la política en Colombia, opinan que los partidos se conforman con cumplir que en sus listas haya la presencia del 30% sin esforzarse por ir más allá.
En el proyecto de equilibrio de poderes que estudia el Congreso, en Senado se aprobó la lista paritaria, es decir, integrada la mitad por hombres y la mitad por mujeres, pero esto fue hundido en tercer debate por la Comisión Primera de la Cámara.
El senador Ángel Custodio Cabrera (Partido de La U) dijo que está de acuerdo con “fortalecer al interior de los partidos que las mujeres participen más en el tema de política, pero también haciéndole un llamado a las entidades territoriales en el sentido de darle mayor participación en el ejecutivo a las mujeres”.
Por su parte, la activista por los derechos de la mujer Florence Thomas dijo que hoy en el mundo en materia de participación del género ya ni siquiera se habla de cuotas sino de “paridad, o sea de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en todos los campos”.
Sin embargo el legislador hizo la salvedad que “en el tema político tengo una contradicción muy grande porque algunos quieren que las mujeres por decreto o por ley entregarle curules, y me parece que esa no es la verdadera participación. Hoy las mujeres senadoras, las mujeres representantes a la cámara, las mujeres concejales lo hacen con orgullo y representan muy bien al partido sin necesidad de una ley en ese sentido”.
En tanto que Thomas consideró que son necesarias en Colombia las leyes de cuotas y de paridad a favor de la mujer porque “son de reparación histórica. Estamos en una cultura patriarcal donde no hay igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Entonces es evidente que toca tener leyes de cuotas o de paridad”.
Añadió que son medidas que en este sentido pretenden “cerrar una brecha histórica”, pero que son transitorias porque tienden a desaparecer una vez que la cultura reconoce la igualdad de oportunidades de hombres y mujeres.