El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha pedido a la compañía Tepco que prevea el desmantelamiento de los reactores 5 y 6 de Fukushima, además de los 1 a 4 arruinados por el tsunami del 11 de marzo de 2011, durante una visita realizada este jueves a la central nuclear accidentada.
Hasta ahora, oficialmente, Tokyo Electric Power (Tepco) sólo ha presentado un calendario de desmantelamiento para las unidades 1 a 4, pero no hay nada decidido para la 5 y la 6, un poco apartada y relativamente poco dañadas.
Si Tepco no ha previsto nada para las dos últimas es porque bastante tiene con las cuatro primeras, que le están costando un dineral y no quiere verse en la obligación de inscribir de inmediato en sus cuentas masacradas las pérdidas colosales que supondría decidir un desmantelamiento suplementario.
Según las evaluaciones que circulan en la prensa japonesa, supondría por lo menos 26.000 millones de yenes (200 millones de euros, 270,6 millones de dólares), por mucho que las facilidades contables previstas por el Gobierno podrían facilitar las cosas.
De todos modos, resulta difícil de imaginar un nuevo arranque de esos dos reactores, ni siquiera a largo plazo, cuando la prefectura de Fukushima lleva tiempo diciendo por boca de su gobernador que ni hablar de reactivar reactores nucleares en la región. Lo cual supone que la segunda central, Fukushima Daini, que consta de cuatro unidades, también sea liquidada.
El patrón de Tepco parece que comprometió el jueves con el primer ministro, en su visita a Fukushima, a tomar una decisión este año. Tepco querría estudiar también otras opciones, aparte del desmantelamiento, como por ejemplo la conversión en instalaciones de investigación./AFP