El Nápoles se proclamó campeón de la Copa de Italia por sexta vez en su historia tras superar en la tanda de penales (4-2 tras empate 0-0) a la Juventus, en el estadio Olímpico de Roma, a tres días del esperado regreso de la Serie A.
Cristiano Ronaldo se quedó un partido más sin gol, igual que en la vuelta de la semifinal del viernes pasado (0-0 ante el Milán), en el partido que había marcado el regreso del fútbol de competición en Italia después de tres meses de parón por la pandemia del nuevo coronavirus.
El astro luso tendrá que seguir sin apuntar este título a su impresionante palmarés. Tampoco lo pudo lograr la pasada campaña, su primera en el equipo turinés, ya que el equipo cayó entonces en los cuartos de final, en una edición que terminó ganando la Lazio.
En la tanda de penales de esta final, ante un estadio Olímpico sin público en la grada, los fallos iniciales del argentino Paulo Dybala, cuyo lanzamiento detuvo Alex Meret, y del brasileño Danilo, que envió alto, fueron decisivos para la caída de la Juventus, que no pudo ampliar su ventaja al frente del palmarés del torneo y se queda con trece títulos en el mismo.
Leonardo Bonucci y Aaron Ramsey sí que acertaron en los siguientes lanzamientos de la Juventus, pero su equipo terminó derrotado en la tanda ya que el Nápoles no falló ninguno de los tiros de los que dispuso, con Lorenzo Insigne, Matteo Politano, Nikola Maksimovic y Arkadiusz Milik marcando en cada uno de sus intentos ante el veterano Gianluigi Buffon.
Gennaro Gattuso, que llegó al banquillo del equipo en diciembre en reemplazo de Carlo Ancelotti tras un inicio de curso convulso en San Paolo, festeja así su primer título importante como entrenador, en un torneo que ya había conquistado como jugador con el Milán en 2003.
El Nápoles no levantaba la ‘Coppa’ desde 2014, cuando estaba entrenado por el español Rafa Benítez.
La Juventus tendrá que centrar ahora sus esfuerzos en la Serie A, que regresa el sábado y donde los pupilos de Maurizio Sarri son líderes pero con apenas un punto de margen sobre el segundo, la Lazio, a falta de doce jornadas para el final del torneo, por lo que la pugna por el ‘Scudetto’ se presenta apasionante.
El Nápoles, sexto de la liga italiana en el momento de la pausa por la pandemia del nuevo coronavirus en marzo, tiene ahora ante sí la misión de acabar en el ‘Top 4’ para clasificarse a la próxima Liga de Campeones.
Los napolitanos hicieron más méritos a lo largo del partido.
Insigne llegó a estrellar un balón en el palo en el minuto 23, en una primera mitad en la que Buffon tuvo una gran intervención ante un intento del alemán Diego Demme (39).
Cristiano Ronaldo apenas aparecía, aunque a punto estuvo de conectar un pase de Dybala en el 38.
En la segunda mitad, Buffon siguió salvando a la ‘Juve’, como en el 68 ante Politano.
Insigne envió demasiado alto en el 83 y Buffon evitó el gol del Nápoles en el 90+2 ante un remate de Maksimovic de cabeza. El rechace de Allan terminó en el palo y el partido se fue a la tanda de penales, directamente sin prórroga, siguiendo una de las medidas aprobadas por los responsables del ‘Calcio’ para prevenir lesiones y suavizar los esfuerzos.
El grandioso recinto romano, con capacidad para 60.000 espectadores pero vacío de público en esta ocasión, permitía escuchar las consignas y los gritos de los jugadores, como constataron la treintena de periodistas autorizados a seguir el partido, todos ellos con mascarilla y tras un control de temperatura.