Costa Rica deportó hacia Panamá al exguerrillero colombiano Libardo Parra, quien esperó durante meses sin éxito que algún país le concediera refugio, informó una fuente oficial.
Parra, apresado en 2006 en San José con 1,5 millones de dólares en su poder, cumplió una condena por legitimación de capitales, pero al salir en 2010 quedó detenido de nuevo por estar indocumentado y de forma irregular en el país.
Aunque era requerido por Colombia, la Corte Constitucional determinó que no podía ser extraditado ya que la justicia de ese país lo condenó en ausencia por secuestro, situación no reconocida en la legislación costarricense.
La Corte solicitó como condición que Colombia realizara un nuevo juicio, pero Bogotá alegó que la ley colombiana no lo permitía, lo que imposibilitó la extradición y Parra quedó a merced de que un tercer país lo aceptara.
El viceministro de Gobernación, Freddy Montero, informó a medios locales que Parra fue enviado a Panamá por vía aérea y explicó que la deportación fue posible tras negociaciones entre autoridades de ambos países.
"Hubo conversación de alto nivel, entre el ministerio de Seguridad Pública (de Costa Rica) y la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (panameña), para que Panamá aceptara el recibimiento de este señor", indicó Montero. La información también fue confirmada por la Dirección de Migración.
Parra había solicitado refugio en Costa Rica por cuarta ocasión, pero le fue negado, lo mismo que en Nicaragua, El Salvador, Venezuela y Ecuador.
Semanas atrás, Montero detalló que entre las razones que afectaban la petición de refugio es que la ley costarricense establece que un extranjero culpable de un delito en los últimos 10 años no puede ser sujeto de ese tipo de beneficios.
En esa ocasión, el funcionario calificó el caso como "inédito y excepcional", ya que solo en el 2012 fueron deportados a terceros países unos 130 extranjeros, sin mayores complicaciones.