LOS ESCALAFONES de medición de universidades tienen muchas críticas, sobre todo de las universidades que nunca están. Pero lo cierto es que algunos tienen expectativas muy altas, en especial del que fue publicado el pasado jueves. Denominado ARWU (Clasificación Académica de Universidades del Mundo -por sus siglas en inglés-), se centra en la excelencia en la investigación, uno de los parámetros más importantes para una verdadera universidad.
El también llamado ranking de Shanghái valora el número de citas de autores que trabajen en la universidad, investigaciones publicadas, trabajos de investigación desarrollados y artículos científicos. Se presentan primero las 100 mejores universidades del mundo y después se clasifican en grupos de a 100 hasta 1.000, sin especificar entre el 201 y el 299 o entre el 801 y el 899.
Las diferencias son abismales entre las universidades norteamericanas y europeas, frente a las demás regiones. De las 10 mejores del mundo, ocho son de Estados Unidos y dos del Reino Unido. Las tres primeras son en su orden: Harvard, Stanford y Cambridge.
Cuando se analizan las 100 mejores, 44 son de Estados Unidos, casi el 50%, siguen ocho británicas, cinco suizas (un país de solo 5 millones de habitantes) y cinco australianas. Aparecen en la lista de las 100 mejores, cuatro universidades de Canadá, China, Alemania, Países Bajos, mientras que hay tres francesas y suecas; dos de Bélgica, Japón, Dinamarca, Singapur y una de Noruega, Finlandia, Rusia e Israel.
Caso de Iberoamérica
Brasil es el país con mayor número de universidades, en total 25 entre las 1.000, siendo Sao Paulo la primera de la región entre el puesto 101 y el 150. Algo para destacar en Brasil es que casi todas son públicas y muestra la inversión y el tamaño de la educación pública en el gigante suramericano.
España, por su parte, es el país con mayor proyección y por primera vez logró incluir 13 universidades entre las 1.000 primeras. La primera en el listado es la de Barcelona, en el grupo entre 151 y 200, después aparecen entre otras la Autónoma de Barcelona, la Complutense de Madrid, Granada, Valencia, Sevilla y Pompeu Fabra entre las 500 mejores.
La situación de los demás países de la región es muy pobre. Chile incluye cinco universidades, Argentina tres y México y Colombia, a pesar del tamaño poblacional, solo tienen dos; en el caso de nuestro país la Universidad Nacional entre el puesto 801 y el 899 y Los Andes cierra el listado de las 1.000.
Preocupa que los demás países de la región no tienen siquiera una universidad en el listado, países de población media y tamaño mediano como Venezuela, Perú, Ecuador, Bolivia, Guatemala, Dominicana y en general el resto de la región.
El modelo evidencia que la investigación es muy pobre en la región. Las universidades son centros de concentración de recursos para impartir clases y otorgar un diploma, pero la esencia del concepto de universidad es muy débil y se requieren acciones políticas en la región para transformar el sistema de educación superior, pues si bien un ranking no determina todo el trabajo de una institución educativa, la ausencia de universidades colombianas y latinoamericanas debe llevar a pesar en la estrategia de reducir cantidad y mejorar calidad.