Una mirada a la restauración de Notre Dame cinco años después de la tragedia | El Nuevo Siglo
ASÍ, POCO a poco Notre Dame está volviendo a ser la que era: una testigo y protectora de la ciudad a lo largo del tiempo. /Fotos: AFP
Lunes, 22 de Abril de 2024
Redacción Cultura

FALTAN POCOS meses para acabar las obras de restauración de la Catedral de Notre Dame y su reconstrucción avanza a pasos agigantados. Fue en abril del 2019 cuando un voraz incendio acabó con gran parte del monumento gótico lo que obligó a sumar esfuerzos para su recuperación.

El icónico templo de más de 850 años de antigüedad ardió durante más de 9 horas. Finalmente, el techo y su histórica aguja, colapsaron. El error inicial fue la falta de rapidez a la hora de definir el lugar exacto y la gravedad del fuego. Esto fue el inicio de una cadena de fatalidades que acabaría destruyendo uno de los edificios más representativos de la capital francesa.

Por ello, alrededor de 250 empresas y cientos de artesanos, arquitectos y otros profesionales han trabajado en la reconstrucción de la catedral, inscrita en el patrimonio mundial de la Unesco. Entre ellos se encuentran carpinteros, canteros, andamios, escultores, doradores, vidrieros e incluso organeros, que están restaurando los 8.000 tubos y 115 registros del gran órgano de la catedral, el más grande de Francia.

Han pasado cinco años desde entonces, Philippe Jost, presidente de Rebâtir Notre-Dame, organismo público encargado de la restauración, dijo que “a casi ocho meses de la reapertura de la catedral, las obras están realizando importantes avances, según lo previsto. Este ritmo y la calidad de las realizaciones se deben a la excelencia del saber hacer y a las capacidades excepcionales de los compañeros y artesanos, combinados con el ánimo Notre Dame”.

Los avances son notables, por ejemplo, su aguja central ya ha vuelto a reinar libre de andamios en el skyline de la capital francesa.

Etapas de reconstrucción

La primera etapa incluyó la remoción de toneladas de escombros, y se prolongó a causa de las interrupciones provocadas por el covid, la necesidad de garantizar las medidas de seguridad en el sitio y a la descontaminación del edificio, particularmente el plomo del tejado, fundido durante el incendio.

Esa etapa se completó a mediados de 2021, con un costo de 150 millones de euros (unos 155 millones de dólares).

Las obras de restauración comenzaron poco después, tanto en la catedral como en los numerosos talleres de artesanos que participaron a distancia en la reparación o la recreación de vidrieras, piedras o en la reconstrucción idéntica de la estructura de madera de la nave y el coro.

Más de mil árboles talados

Esa compleja operación, que terminó el mes pasado, requirió el talado de más de mil árboles bicentenarios seleccionados en los bosques franceses.

La aguja diseñada por el arquitecto del siglo XIX Viollet-le-Duc, que se derrumbó junto con parte del techo, volvió a ser visible en febrero pasado.

En el interior del templo los expertos aprovecharon para realizar la limpieza de paredes, vidrieras, bóvedas y decoraciones. Esa etapa está casi concluida y ha permitido devolver a la catedral una luminosidad desconocida en la memoria reciente.

“Es verdaderamente maravilloso, todos estos colores habían desaparecido completamente. Los estoy descubriendo ahora”, dijo a la AFP el vicerrector de Notre Dame, Guillaume Normand.

El órgano

El gran órgano, cubierto de polvo de plomo, fue limpiado y sus 8.000 tubos fueron ensamblados de nuevo, uno por uno. Se espera que su afinación esté lista en seis meses.

Para junio, las obras de los techos de la nave, del coro y de la aguja deberían haber terminado, así como la restauración de los suelos a cuadros en blanco y negro y algunos trabajos en el mobiliario de arte interior. También se está instalando un importante sistema antiincendios.

Vitrales

Los vitrales de época, entre los cuales destacan los tres enormes rosetones medievales, muestran ahora una luz tamizada. Se ha lanzado un concurso para la creación de vitrales contemporáneos, que no serán instalados antes de 2026.

Se anticipa que el presupuesto total de esta fase de reconstrucción se mantendrá “por debajo2 de los 550 millones de euros estimados (unos 585 millones de dólares)”, según Jost.

La cruz

La catedral también recuperó su cruz, que fue colocada en lo alto de su aguja, conocida como la flèche en francés, es quizás una de las características más distintivas de la catedral. Es idéntica a la anterior, diseñada por el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc en el siglo XIX y que se desplomó en el incendio.

Según la presidencia francesa, la aguja “se montó (...) a partir de los diseños de Viollet-Le-Duc. Se trata de un ensamblaje de madera extremadamente experto, cubierto de una capa de plomo y rematado, en la cumbre, por una corona, un gallo y una cruz, a 96 metros de altura”.

No cabe duda que el incendio de la catedral provocó un movimiento de solidaridad en todo el mundo, que se tradujo en 846 millones de euros de donaciones (901 millones de dólares), de los cuales aproximadamente 150 millones se destinarán a la restauración de partes exteriores erosionadas antes del incendio.

A partir del otoño boreal (septiembre), se despejarán y remodelarán la explanada y los accesos a la catedral, en colaboración con el Ayuntamiento de París, encargado de reestructurar los alrededores de Notre Dame para el 2028, bajo la supervisión del arquitecto y paisajista Bas Smets. La idea es crear más espacios verdes que embellezcan la fachada del edificio.

A raíz de toda esta reestructuración, el rector de Notre Dame, monseñor Olivier Ribadeau-Dumas, estima que habrá “13 a 14 millones” de visitantes anuales en el futuro, en comparación con los 12 millones antes del incendio.

A lo largo de estos 5 años, los científicos han conseguido descubrir conjuntos inéditos de grapas de hierro utilizados en varias partes del edificio, hasta este momento desconocidas, que plantearon preguntas sobre su origen y su propósito: ¿se implementaron en las fases iniciales o fueron añadidas durante las modificaciones de los siglos posteriores? Junto a este conjunto, se han descubierto también una serie de piedras de valor incalculable, cuyo estudio ha potenciado la investigación y el desarrollo de metodologías en este campo.

La reapertura de Notre-Dame está prevista para el próximo 8 de diciembre (aunque se prevé que la restauración continuará más allá del día de la reapertura), coincidiendo con la Inmaculada Concepción. París estará en el centro de la escena internacional no solo por este hito, sino también porque será la ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos. Ese día, el ánimo de Notre-Dame habrá permitido dejar atrás este capítulo dramático.