A TODOS nos ha sucedido alguna vez, nos cansamos de la rutina: el trabajo diario, la misma comida, las actividades frecuentes, e incluso la manera cómo nos vemos.
En este caso un cambio de look suele presentarse como la alternativa para tener un respiro de esa cotidianidad. Los sicólogos coinciden en que además puede ayudar a romper con patrones pasados, lograr que nos vean de manera diferente o a reponerse después de un evento emocional fuerte.
“Un cambio de estilo suele aumentar el autoestima y la seguridad. Nos da un nuevo aire y fuerza para enfrentar el día a día, pero hay que ser cuidadoso para no hacerlos de manera abrupta que puedan resultar en arrepentimiento o insatisfacción”, comenta Juliana Arteaga, sicóloga.
No obstante, es usual que queramos un cambio, pero sin tomar decisiones muy radicales y sin hacer transformaciones dramáticas. Por eso, aquí hay tres tips para cambiar tu cara, sin operaciones e incluso sin cortes o coloraciones del pelo.
1. Maquillaje
“El maquillaje tiene aplicaciones terapéuticas y es un vehículo de información cuya función pragmática algunos expertos comparan con la de los gestos”, explica Arnaud Aubert, catedrático del departamento de Neurociencia de la Universidad François-Rabelais (Francia).
El rojo por ejemplo es uno de los colores más impactantes que existen. Si usas labial y esmalte de este color, seguramente lo notarán y ese día la percepción que generaras será diferente.
El delineador es otro elemento que inmediatamente te hará ver distinta. Si cambias de lápiz a delineador líquido ya el aspecto varia, lo mismo pasa si decides aplicártelo arriba, abajo o en ambas partes.
“El ser humano juzga, en un segundo, no solo el atractivo, sino también la personalidad y la moral. La imagen nos basta para decidir -de manera inconsciente- si alguien es honrado o no. Es una cuestión antigua, evolutiva; no se trata de un tema frívolo ni superficial. La apariencia, como la palabra, vehicula información sobre la salud, el sexo y la psicología. Lo interesante es que esos datos se pueden modificar con tan solo un brochazo”, agrega el experto.
2. Gafas
Las gafas además de permitirnos ver adecuadamente y protegernos para descansar nuestros ojos de las pantallas y de la luz; también se han convertido en una forma de cambiar nuestra cara, nuestro estilo, se han vuelto un accesorio primordial de nuestro outfit. Si queremos hacer cambios sutiles, pero sentirnos distintos, es apropiado contar con varios pares de gafas, ya sea para estar acorde con la ocasión (oficina, ocio, noche, deporte, etc.) o para transmitir una imagen diferente:
* Redondas: te harán ver como una persona feliz.
* Rectas: comunicarán seriedad, seguridad y por tanto, credibilidad.
* Líneas quebradas (tipo agatadas): darán la idea de fortaleza y mando.
“Entendimos que las gafas además de ser un elemento de salud visual, son una forma de expresión, se convierten en el marco de nuestra cara, cada estilo nos hace ver diferentes y lo interesante es que lo podemos cambiar cuantas veces queramos. Además, es una conjugación que ahora va más allá de las monturas, ahora también se puede jugar y combinar con los lentes como tal. Los lentes Transitions de uso diario inteligentes a la luz que reaccionan y se oscurecen al color de nuestra elección: gris, café, verde, zafiro y amatista o a lentes espejados, en colores plata, bronce, naranja eléctrico y azul Vibrante. Las posibilidades son múltiples para estar 100% protegido contra los rayos UV y la luz azul nociva pero siempre luciendo con estilo”, explica Juan Sebastián Bejarano, optómetra.
3. Apariencia
Es bien sabido que un aspecto revitalizado y descansado está directamente relacionado con la manera como luces, te ves más joven, más feliz y vivaz. Lo que no sabemos muy bien es cómo conseguirlo, pero como para otras partes del cuerpo, para la cara también hay ejercicios que nos pueden ayudar a lograr este objetivo:
* Ojos: los ojos tienen una gran exigencia durante el día como consecuencia de la exposición al computador y de la contaminación, lo que hace que se conviertan en el reflejo de nuestro cansancio.
Para relajarlos es recomendable cerrarlos fuertemente durante 5 segundos y a continuación abrirlos lo que más se pueda. Tras ese primer ejercicio, haz pequeños círculos presionando con los dedos índices alrededor de los ojos, siguiendo el recorrido de las cejas y del hueso del pómulo. Recuerda que si usas gafas, siempre será recomendado tener tratamiento antirreflejo Crizal para protección completa de reflejos, rayas, polvo y agua.
* Expresión facial: Primero, haz tantas muecas como te sea posible, de manera exagerada y con todas las partes de la cara, desde la boca hasta la frente. Así activamos la microcirculación de toda la cara y obtenemos en pocos segundos, un aspecto y unas facciones mucho más relajadas.