La presidenta de Brasil Dilma Rousseff, su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva y el popular escritor Paulo Coelho lamentaron este jueves la muerte del Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez, sobre quien coincidieron es un "símbolo" de América Latina.
Para Rousseff, el Gabo, "dueño de un texto encantador", "conducía al lector por sus Macondos imaginarios como quien presenta un mundo nuevo a un niño".
"Sus personajes singulares y su América Latina exuberante permanecerán marcados en el corazón de la memoria de sus millones de lectores", añadió en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.
"Fue un extraordinario escritor, excelso periodista, gran militante de las causas democráticas populares y un símbolo para todos nosotros en América Latina y del mundo. En sus libros, retrató con gran talento la realidad y la magia del pueblo latinoamericano", expresó por su parte Lula en un comunicado.
Para el autor de El Alquimista, García Márquez "rompió un muro entre lo real y lo fantástico, abriendo el camino a toda una generación de autores sudamericanos".
"Aparentemente se fue, pero permanece más vivo que nunca en su trabajo y así será por mucho tiempo", aseguró Coelho en un correo electrónico enviado a la AFP.
García Márquez, quien recibió el Nobel de Literatura en 1982, falleció este jueves en su residencia de Ciudad de México a los 87 años.
Obras como "Cien Años de Soledad" y "El Amor en los Tiempos de Cólera" están disponibles en portugués en las librerías de Brasil.