LEJOS quedó el minimalismo y las expresiones básicas a un solo color. La tendencia que predomina hoy es la mezcla de texturas, colores y matices que le dan más vida a los espacios. Por eso, el papel de colgadura o el papel tapiz volvió a ser el protagonista por sus vistosos diseños que permiten revestir la casa con un sello personal.
El romántico recurso decorativo de cubrir los muros interiores viajó de oriente a occidente alrededor del año 1.100 y conquistó el mundo. Desde que los chinos empleaban papel de arroz para este propósito en 2.000 A.C, ha pasado por diversas tendencias en materiales y diseños, que reflejan cada época y contexto sociocultural, además de progresar cada vez más en su funcionalidad.
Desde su difusión global nunca ha dejado de estar presente para dar una impronta de personalidad a las paredes que se ha apalancado de la tecnología de la época para su desarrollo. Por ejemplo, para tener mayor calidad, en el siglo X, las fibras de lino fueron sustituidas por fibras de bambú y madera y no fue sino hasta la introducción de la imprenta que llegaron los patrones repetidos como los conocemos ahora.
El papel tapiz entró en América en 1739, en la ciudad estadounidense de Filadelfia. Los años veinte del siglo pasado fueron su época de mayor furor en la historia occidental, dado el contexto materialista y el atrevimiento que caracterizó las diferentes formas de expresión individual.
Hoy no se debe hablar de papel, sino de cubierta de paredes porque la tecnología ha permitido la utilización de diferentes materiales que hacen que este recurso sea lavable, más fuerte y de mayor duración. El proceso de instalación, además se facilitó volviéndose más práctico como la pintura o la baldosa. De esta manera, este elemento decorativo ha perdurado más allá de las modas.
En estos últimos años, el papel de colgadura ha dejado los diseños clásicos de flores, papeles monocromáticos que imitaban texturas y la psicodelia de los años 70 para darle paso a diseños en tonos cafés, blancos y negros y figuras geométricas.
Algunas de las ventajas de decorar con esta nueva tendencia son:
1. Tapizar las paredes da un acabado cálido y acogedor a los espacios interiores.
2. Disimula las imperfecciones de las paredes.
3. Las protege de agresiones, es fácil de limpiar o lavar.
4. No es muy costoso y basta para crear un entorno determinado.
5. Puede transmitir amplitud. Sirve para jerarquiza espacios, separar áreas o enmarcarlas.
6. Tiene multiplicidad de colores llamativos, neutros, sobrios, estampados clásicos o con texturas. Todo depende del estilo que quieras recrear.
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