LA Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, que corresponde a los actuales Colombia y Ecuador será protagonista del calendario de 2021 del Real Jardín Botánico, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (RJB-CSIC).
Cada mes recoge una lámina de la expedición que entre 1783 y 1816 dirigió José Celestino Mutis y se han editado 2.500 ejemplares que ya están disponibles en la tienda del Botánico.
El Archivo del RJB-CSIC custodia desde 1817 los más de 7.600 dibujos que integran la colección que tiene el reconocimiento del Registro de Memoria del Mundo de la Unesco para América Latina y el Caribe (Unesco-Mowlac).
En la expedición, un equipo de artistas produjo una de las colecciones de dibujo botánico más importantes, exquisitas, lujosas y ricas que se conocen en toda la historia.
Uno de los objetivos de la expedición fue dibujar el mayor número de plantas posibles del Nuevo Reino de Granada -el territorio que actualmente ocupan Colombia y Ecuador-, para plasmar así la variada y abundante flora de este virreinato. Desde la hierba más simple hasta el árbol más majestuoso, con el propósito de enviar estos nuevos especímenes a España para describirlos, publicarlos y darlos a conocer entre los botánicos europeos.
Mutis contrató a numerosos dibujantes locales que formaron una escuela taller bajo la dirección de Salvador Rizo, mayordomo de la Expedición y jefe del taller de pintura. "Se admira usted de que en América haya podido conseguir pintores notabilísimos, pues ha de saber que mis láminas van saliendo cada día más bellas, si no me engaña mi propio parecer. Amaestré en estos trabajos a varios jóvenes que ya conocían por los menos los rudimentos del dibujo", escribió Mutis a Pedro Jonás Bergius, famoso botánico sueco.
Casi la total producción de los dibujos se atribuye a más de 40 pintores locales, oriundos del Virreinato que trabajaron en el Taller durante los más de 30 años que duró la Expedición, con muy escasa presencia de obra de dibujantes peninsulares.
En 2021 el Real Jardín Botánico celebrará su 265 aniversario y con la publicación de su calendario rinde homenaje a la colección Mutis que custodia su Archivo Histórico desde 1817 con una selección de esos dibujos en el almanaque.
La escuela de dibujantes, bajo la supervisión de Mutis, llegó a tener casi medio centenar de personas en nómina y cada una especializada en un área como los despieces florales, el hábito de la planta, la iluminación o la caligrafía. Se realizaba el dibujo a color y una copia en blanco y negro o sepia, ésta última para que sirviera de base en el grabado de la plancha de cobre.
Para conseguir los pigmentos se utilizaron las propiedades tintóreas de los vegetales, minerales y animales locales. Los azules y violáceos, por ejemplo, se obtuvieron del añil, el árnica y el espino pujón; los verdes de la chilca; el rojo del insecto de la cochinilla y del palo del Brasil o brasiletto; los amarillos del achiote; los naranjas del azafrán.
Los pigmentos extraídos se mezclaban con aglutinantes elaborados con aceites, huevo, gomas y mordientes como el amoniaco, vinagres de Castilla destilados, agua regia y otros productos, con el fin de avivar los colores, asegurar los matices y dotarlos de permanencia