MUJERES que lucharon contra la perversión y ante el espanto, mujeres que se ayudaron con gestos pequeños, gestos que salvaron sus vidas. Ese es el ADN de la obra del Teatro Español de Madrid, Mi niña, niña mía, escrita por Amaranta Osorio e Itziar Pascual, que llega al escenario del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo para dos únicas presentaciones.
Una actriz judía que hace teatro con los niños en el campo de concentración de Terezín y una entomóloga que estudia las luciérnagas y que descubre de forma tardía que es una superviviente del Holocausto, son los personajes centrales de Mi niña, niña mía, obra del Teatro Español de Madrid. Dos luciérnagas que brillan en la oscuridad, dos mujeres que brillan a pesar de todo.
El dolor es atroz. Por eso, la única solución es resistir, despertar las consciencias para que la maldad se pare de una vez. Esperanza, ilusión, paz, llámese como quiera; amor. Resistir. “Lo infinito limita la maldad” nos dicen las autoras de esta obra. Cuantas más luces, menos oscuridad. Un mundo habitado por luciérnagas. Ese es el intento, la necesidad y sentido de esta obra.
El Teatro Español es el coliseo teatral más antiguo del mundo con una programación ininterrumpida donde han estrenado los más importantes dramaturgos de la literatura española. Teatro Español es uno de los principales teatros de Madrid, basándose en su excepcional trayectoria histórica como bien cultural, sin olvidar el diálogo permanente con la sociedad del siglo XXI. Durante el pasado año ha sumado todos sus esfuerzos en fidelizar un público que sigue creciendo en número y que se muestra cada vez más entusiasta con la variedad y calidad de los espectáculos programados.
Por su parte, la directora Carmen Portacelli es la primera mujer en asumir las riendas del Teatro Español. Lo hizo en 2016. Esta institución. Ha conseguido mantener el esplendor y la tradición del “buque insignia” de los espacios de cultura madrileños, a la vez que ha declarado su “deseo de que el Español esté en la vanguardia de los teatros donde se reflejen los temas más controvertidos del mundo en el que vivimos. Un teatro donde los grandes artistas, la nitidez de sus miradas y de su imaginación, nos den la fuerza y la felicidad de ver más claro”. Portaceli ha defendido la paridad de género como eje fundamental de su gestión.