Una serie de interrogantes afloran en la narrativa de “Las vanidades del mundo”, una historia escrita por la colombiana Estefanía Carvajal y que en el 2021 quedó como finalista del Premio Clarín de Novela, reconocimiento de literatura en lengua española concedido anualmente por el Grupo Clarín.
Bajo el sello de la editorial Random House, “Las vanidades del mundo” devela todo lo que ocurre en las entrañas de las familias: las grietas, las diferencias y las dificultades internas que no se cuentan.
Carvajal relata que la historia comienza con el asesinato de su tío Enrique. En el velorio, su abuela no lo llora, no se inmuta, no habla. De allí una montaña de interrogantes brota en el interior de la escritora y comienza a descubrir las cicatrices de su familia.
Con las respuestas que consigue se empieza a hilar el extraordinario paisaje familiar durante los años noventa en el municipio de Bello, Antioquia, donde al tío intentaron exorcizarlo. En medio de la trama la abuela guarda con sigilo detalles de sus orígenes y ciertos traumas transgeneracionales que luego echaron raíces y que la narradora desentierra y mira hoy con intriga.
El estilo desparpajado de Carvajal invita a aguzar la mirada sobre los vínculos y sobre esa Colombia que infiltra sus violencias e injusticias en la vida privada de sus habitantes. Con esta primera novela, que oscila entre la muerte y el candor, el gran sentido del humor y la honestidad mordaz, su autora entra pisando fuerte en el panorama literario actual.
La narradora escarba en las contradicciones de una familia de clase media, en las verdades silenciadas por las convenciones sociales y políticas.
Se diferencia de su primer libro, “Niebla en la yarda”, un relato periodístico que cuenta la historia de cuatro colombianos extraditados a Estados Unidos por narcotráfico en los años 80. Sin embargo, en ambas narrativas la autora logra que los hechos reales trasciendan la condición humana, la ambición, el miedo, el dolor, y permite que sea el lector quien establezca una postura frente a las distintas versiones de sus relatos.
EL NUEVO SIGLO conversó con la autora para profundizar más en los detalles de su más reciente publicación.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál fue su motivación para escribir esta novela?
ESTEFANÍA CARVAJAL: “Las vanidades del mundo” parte de una historia familiar, de una historia real, de las inquietudes que empecé a tener sobre mi propia familia, esas inquietudes que se fueron transformando en la novela. Ahí digamos que inicia con el funeral de mi tío; entonces nacieron todas mis inquietudes, pero no es que sea una historia real de mi tío Enrique, sino que de las inquietudes familiares nace una historia de ficción.
ENS: Es decir, ¿su relato es un reflejo de la realidad de las familias en general?
EC: Creo que es una historia con la que se pueden identificar los grupos familiares porque es una historia de grietas, rencores, de silencios, de lo que no se dice, y es algo que no solo ocurre en “Las vanidades del mundo”, sino en todas las familias. Me atrevería a decir que es muy extraño encontrar una familia que no guarde secretos.
ENS: ¿Cómo fue ese paso de escribir un libro de relatos periodísticos a una novela de ficción?
EC: Para mí fue un paso muy natural, no son dos oficios lejanos, porque en el periodismo y en la narrativa de un libro está el mismo oficio de contar historias, de decir algo y crear una matriz de opinión. Ahora, en uno puede haber ficción y en el otro se dice la realidad. A mí me interesa es contar una historia, sea de ficción o no ficción; más bien creo que no es un paso en el que no haya retorno, me parece que son cosas muy cercanas.
ENS: ¿Qué le cautiva más: la ficción o la no ficción?
EC: Pienso que en la no ficción hay una exploración literaria interesante, porque nos da muchas posibilidades de crear emociones. Es como tener la libertad total de la palabra. Entonces aquí miramos que no es lo que se dice sino cómo se dice. Yo admiro a muchos periodistas que han saltado de su área hacia la escritura de novelas; en mi caso, a mí me sedujo la ficción. Creo que en los relatos periodísticos hay historias muy valiosas, el problema está en saber qué contar y cómo hacerlo. También hay un montón de historias que ya le pertenecen a la ficción. Lo que sí está claro es que hay géneros que requieren de la ficción para poder ser. Por ejemplo, en la ciencia ficción se utiliza mucho la fantasía, pero no es el caso “Las vanidades del mundo”, mi libro es más realista. Lo que a mí me concierne son las historias.
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ENS: Su novela “Las vanidades del mundo” quedó como finalista del Premio Clarín de Novela, ¿qué significó para usted ese reconocimiento?
EC: La verdad no me lo esperaba, fue una sorpresa para mí porque envié mi trabajo el día del cierre de la convocatoria y lo hice porque un amigo me insistió que la enviara porque era muy buena. Entonces finalmente lo hice por intentarlo, porque realmente veía que había muchas apuestas muy buenas. El día que salió el listado de los ganadores estaba muy nerviosa, inclusive no me encontraba en los nombres porque lo había inscrito con un seudónimo y no lo recordaba. Ser finalista de ese premio fue una sorpresa muy grande, significó mucho para mí y mi trabajo, ha sido un espaldarazo. Que mi novela haya quedado entre los finalistas de un premio tan importante es un excelente respaldo y habla mucho de mis habilidades literarias.
ENS: ¿Qué comentarios o críticas ha recibido de los lectores o de su entorno?
EC: El libro ya está circulando en las librerías y la gente me ha dado muy buenos comentarios y también críticas. Por ejemplo, me he encontrado con lectores muy emocionados con el relato. Hay algo muy interesante que he observado y es que hay lectores que me han dicho que mi historia se va por las ramas de la familia y se olvida un poco del tronco; a mí me parece que el relato se centra más bien en el tronco. Es decir, el personaje principal no es Enrique sino la abuela, ella es la verdadera protagonista. Entonces es muy chévere encontrar ese “feedback”, ver que se ha generado esa sensación que aporta un libro y que todos los comentarios son positivos. En general, la novela ha sido muy bien recibida.
ENS: Más allá de ser un relato, ¿hay algún mensaje detrás de la historia?
EC: Mi intención real fue contar una historia, darle sensaciones al lector, generar emociones, que el lector pueda toparse con su propia historia en algún fragmento.
ENS: ¿Qué autores guiaron la trama literaria o el enfoque de esta novela?
EC: En esta novela fueron fundamentales dos autores, uno de ellos es el novelista austríaco Thomas Bernhard, quien a través de sus relatos me ayudó a encontrar el tono que quería en la novela.
ENS: ¿Cómo empezó su pasión por escribir libros?
EC: Siempre me ha gustado escribir, contar historias y leer novelas. Desde que era niña me han apasionado los diversos estilos literarios.
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Estefanía Carvajal confiesa que se dejó seducir por la ficción y la literatura. /Cortesía Estefanía Carvajal
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"Mi intención real fue contar una historia, darle sensaciones al lector, generar emociones", sostiene. /Instagram Estefanía Carvajal
Pie de foto: "Mi intención real fue contar una historia, darle sensaciones al lector, generar emociones", relata.
FOTO: Instagram Estefanía Carvajal