México despide con mariachis a Chavela | El Nuevo Siglo
Lunes, 6 de Agosto de 2012

México despide con mariachis a la legendaria cantante Chavela Vargas, fallecida el domingo a los 93 años, con una ceremonia en la tradicional plaza Garibaldi en Ciudad de México, antes del masivo velatorio previsto el martes en el Palacio de Bellas Artes.

 

Durante la madrugada, los restos de la artista, que nació en Costa Rica pero se hizo famosa en México, fueron trasladados desde la ciudad de Cuernavaca, donde falleció el domingo después de pasar una semana hospitalizada por una bronconeumonía, hacia la capital mexicana.

 

Tras un velorio al que solo pueden acceder familiares y personas cercanas, el féretro será llevado en la tarde a la plaza Garibaldi, punto de reunión de los mariachis en el centro de la capital, para recibir el tributo póstumo de sus colegas.

La cantante Eugenia León y dos de los músicos que acompañaron a Vargas en sus últimas presentaciones, Juan Carlos 'Che' Allende y Miguel Peña, iniciarán el desfile musical con los temas que la artista hizo famosos, como "Volver", "El último trago", "Un mundo raro", "La Llorona" y "Paloma Negra".

 

En la misma Plaza Garibaldi están ubicadas varias de las cantinas donde solía reunirse con figuras también emblemáticas de la música mexicana como José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, Pedro Infante, entre otros.

 

El Tenampa, la cantina más famosa de la zona, conocida por sus murales con leyendas de la música mexicana como Infante, Jorge Negrete y Javier Solís, anunció que pintará uno de la cantante.

Luego del homenaje, los restos de Vargas serán llevado a pie, en medio de sones de trompetas, al Palacio de Bellas Artes, que abrirá sus puertas el martes para que miles de mexicanos puedan despedirla en una ceremonia que reserva México para las grandes figuras de su cultura.

Así ocurrió con los escritores Carlos Fuentes, fallecido en mayo pasado, y con Carlos Monsivais.

El cadáver de Chavela Vargas será luego incinerado y sus cenizas serán esparcidas en el cerro del Chalchi, cerca del poblado de Tepoztlán, donde la cantante pasó los últimos años de su vida.

 

La intérprete, caracterizada por una voz ronca, afectada por el alcohol y el cigarro, convirtió en clásicos sus versiones de rancheras interpretadas con particular pasión.

También construyó una vida de leyenda por su relación con el alcohol, su homosexualidad y su amistad con algunas de las figuras relevantes de la cultura mexicana del siglo XX, como los pintores Frida Kahlo y Diego Rivera, así como de América Latina y España como el cineasta Pedro Almodovar y el cantautor Joaquín Sabina.

 

"Yo no voy a morir porque soy una chamana y nosotros no nos morimos, nosotros trascendemos", dijo Vargas el viernes pasado. Esa noche, un grupo de admiradores se acercó al hospital para llevarle serenata.

Los mensajes de pesar por su muerte seguían llegando desde diversos lugares del mundo.

En Cuba, el diario oficial Granma, exaltó la figura de la cantante que vivió brevemente en la isla en los años 1950.

 

"La hondura de su voz inigualable y su refinada interpretación de la canción popular mexicana destacaron en la oscura y compleja vida de Chavela Vargas, que hizo que la ranchera, un género musical predominantemente masculino, cobrara nuevos matices al ser cantada por una mujer", señaló el diario del Partido Comunista Cubano.

Por su parte, Almodovar, que utilizó varias canciones de Chavela Vargas en películas como "Tacones Lejanos" y "Kika", le dedicó una carta pública titulada "¡Adiós, volcán!".

 

"Chavela añadía una amargura irónica que se sobreponía a la hipocresía del mundo que le había tocado vivir y al que le cantó siempre desafiante", señaló Almodovar en el texto.

Su compatriota Sabina también se despidió de la cantante, en una carta publicada en la prensa española.

"Con su desaparición, se pierde una manera de cantar llorando, un quejío inigualable, una expresividad fuera de lo común. Unos cojones y unos ovarios nunca vistos en la música popular desde la muerte de (el cantor argentino de tangos) Roberto Goyeneche" (18926-1994), señaló Sabina.

 

"En estos momentos de pérdida me digo, como en la canción: ¡Quién pudiera reír como llora Chavela!".