Londres toma el relevo de Nueva York para una Semana de la Moda en plena euforia postolímpica, pero la perspectiva de unos resultados decepcionantes para una de sus firmas estrella, Burberry, nubló en cierta medida el panorama antes del inicio de cinco días de desfiles.
Más corta y menos prestigiosa que sus hermanas neoyorquina, milanesa y parisiense, la semana de la moda londinense apuesta tradicionalmente por su cantera de jóvenes diseñadores.
Y Londres puede presumir por segundo año consecutivo del título de "capital mundial de la moda" atribuido por el grupo estadounidense Global Language Monitor (GLM), que estudia las tendencias en los medios de comunicación.
Este nuevo número uno se debe, según GLM, a la imagen de Catalina, la esposa del príncipe Guillermo convertida en un "ícono de moda", y a las repercusiones del éxito de los Juegos Olímpicos organizados este verano en la capital británica.
Unos 60 desfiles y 30 presentaciones figuran en el programa oficial de esta pasarela que presentará las tendencias para la primavera/verano 2014.
"Londres tiene una identidad muy específica, somos conocidos por nuestra creatividad, nuestra cohorte de jóvenes talentos que crean empresas exitosas", señala Caroline Rush, directora general del Consejo Británico de la Moda (BFC, por sus siglas en inglés), el organizador del evento.
Jóvenes, en su mayoría salidos de prestigiosas escuelas como Central Saint Martins, que se codean con "marcas sólidas como Burberry y grandes diseñadores emblemáticos como Paul Smith y Jasper Conran", dijo a la AFP.
Verdadera institución de la moda británica, Burberry sorprendió al mundo de la moda al anunciar esta semana que sus resultados estarían en la parte baja de las expectativas de los inversores, tras registrar una reducción de sus ventas. La noticia hundió su acción en bolsa e hizo caer la de otros grupos del sector del lujo.
La marca famosa en el mundo entero por su icónica gabardina está penalizada por la desaceleración de la economía china, el principal motor de su crecimiento, al igual que otros grupos del sector.
"Todo el mundo sabe que la situación económica es difícil en este momento", reconoció Caroline Rush, asegurando sin embargo que Burberry sigue siendo "una marca de éxito".
Otra marca británica muy presente en Asia, Mulberry, promete una vez más uno de los desfiles más seguidos de esta edición. Lo mismo que Vivienne Westwood, que presenta como siempre su segunda línea, Red Label.
Como la veterana pionera del punk, que eligió París para su colección principal, otras marcas como Alexander McQueen y Stella McCartney tampoco desfilan en Londres.
Pero Caroline Rush asegura que esta tendencia ya no está de actualidad, y que los diseñadores "estrella" actuales como Christopher Kane y Jonathan Saunders figuran entre los fieles de la capital británica.
Esta edición se caracteriza, además, por el regreso de Preen del dúo británico Thornton/Bregazzi, así como del creador de sombreros Philip Treacy.
Los coloridos estampados creados con ayuda del ordenador serán nuevamente protagonistas en Londres, gracias en particular a las propuestas Mary Katrantzou, Peter Pilotto y Erdem.
Y la ratoncita Minnie dará sus primeros pasos en la pasarela británica puesto que varios diseñadores crearon una colección especial inspirada en la novia de Mickey, el famoso personaje de Disney, que será presentada el sábado en la majestuosa Somerset House.