Más de mil 'bahianas' vestidas de blanco, adeptas del candomblé, la religión afro-brasileña, purificaron este domingo con hierbas e inciensos la pista del Sambódromo de la ciudad de Rio de Janeiro (sureste de Brasil) para que todas las escuelas de samba realicen un gran carnaval.
"Lavan al Sambódromo con sus hierbas, en este día que coincide con el de San Sebastián (patrono de la ciudad de Río) y colaboran para que este sea el mejor carnaval del mundo", dijo a la AFP Elmo José dos Santos, director de carnaval de la Liga Independiente de las Escuelas de Samba (Liesa).
"El carnaval combina lo profano y lo religioso. Esta ceremonia es religiosa. Las bahianas (practicantes de candomblé tradicionales del estado de Bahia) echan agua con hierbas en la pista del Sambódromo para espantar a los malos espíritus. Representan la cara femenina del carnaval", señala por su lado Milton Cunha, organizador de la ceremonia, que se desarrolló bajo lluvia.
Este año el carnaval de Rio comienza el 8 de febrero y concluirá el 13, tras el desfile de las 14 escuelas de samba en las noches del 11 y el 12 en el Sambódromo.
Las escuelas competirán por el título de "campeona del carnaval" desfilando con agrupaciones de unos 4.000 participantes cada una vestidos con trajes y acompañados de lujosos carros alegóricos.
La "Pasarela del samba" (verdadero nombre del Sambódromo) es una avenida de 720 metros rodeada de gradas a cielo abierto y de vestuarios que termina en la Plaza del Apoteosis, no muy lejos del centro de Rio.
Inaugurado en 1984, el Sambódromo, concebido por el arquitecto Oscar Niemeyer, muerto a los 104 años en diciembre pasado, volvió a su diseño original el año pasado: se le sumaron 12.500 lugares (lo que llevó la capacidad total a 72.500) y se construyeron ascensores rampas de acceso para minusválidos. Su iluminación y su acústica fueron mejoradas.