Por Diana Zárate
Periodista EL NUEVO SIGLO
EL ESTILO de escritura ameno y de fino humor de Juan Gossaín, llega para cautivar a todos los lectores colombianos con su nuevo libro, La Memoria del alcatraz, una compilación de crónicas que describe la idiosincrasia, personajes y personalidades de todas las estirpes del país , donde descubre, denuncia y analiza lo insólito, injusto y admirable del diario acontecer nacional. Además, aborda temas de interés mundial.
Con motivos de su libro, Juan Gossaín habló con EL NUEVO SIGLO y le contó los motivos que lo llevaron a publicar alguna de sus historias más preciadas y cómo ve a la nueva generación de periodistas.
EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué decidió recopilar sus vivencias y plasmarlas en este libro?
JUAN GOSSAÍN:Porque yo nunca he creído lo que dicen los académicos, que el trabajo periodístico es flor de un día y que se marchita a las 24 horas. Por el contrario, creo que el periodismo es la notaría donde se registra la historia diaria. Y, en consecuencia, los historiadores del futuro, cuando quieran saber cómo éramos en nuestra época, cómo vivíamos, y qué nos inquietaba, lo investigarán en los archivos del periodismo.
ENS: ¿Cuánto tiempo le llevó recolectar las historias que ven la luz en este libro?
JG:No hay crónica cuya preparación dure lo mismo que otra. Depende de tantos factores, y tan diversos: de lo que dures investigando, del acceso que tengas a las fuentes informativas, de la trascendencia propia del tema. Sentarse a escribir es apenas el final; lo grande es toda la tarea previa. Algunas crónicas sobre el mar, el vuelo de los alcatraces o las fiestas populares las terminas en tres días. Pero una investigación como el precio de los medicamentos en Colombia o los problemas de la salud puede durar seis meses.
ENS: ¿Bajo qué parámetros eligió las historias que son contadas en LaMemoria del alcatraz?
JG:Yo no las elegí por la misma razón que uno no puede ponerse a escoger entre sus propios hijos. Sería una tarea cruel y malvada. La selección la hicieron los editores.
ENS: Usted es un periodista con muchos años de experiencia y que tiene muchas historias y crónicas que contar ¿Podría haber una continuación de La memoria del alcatraz?
JG:Voy a seguir escribiendo hasta que me quede aliento. Escribir es lo único que me gusta hacer. Sentarme a escribir, en silencio, mirando el mar.
ENS: ¿De dónde nace su interés por contar las historias cotidianas?
JG:De mi origen caribeño. Así habla la gente de mi tierra. Así hablaba mi abuela. En el Caribe sabemos que la gracia de la vida consiste en contar el cuento bien contado.
ENS: ¿De toda su carrera, cual fue el hecho que más lo toco como persona?
JG:Los más dolorosos en la historia reciente de esta Colombia alterada y sangrienta: tantos crímenes, tantas bombas, tantas desgracias. La noche en que mataron a Luis Carlos Galán, que fue mi compañero, colega y amigo, el mundo se me vino encima.
ENS: ¿Usted cree que a los periodistas de la nueva generación les hace falta algo más por aprender o cree que como ejercen está bien?
JG:Los periodistas jóvenes vienen muy bien preparados, mucho más que nosotros, en materia académica y profesional. Lo que tienen que acentuar en las universidades es la insistencia en los principios inmutables del oficio, que son su verdadera naturaleza: ética, responsabilidad e independencia.
ENS: ¿Un consejo para la nueva generación de periodistas?
JG:No doy consejos. Me parece pretencioso creer que ya uno es maestro de los demás. Lo único que hago es dar recomendaciones o sugerencias. Como está a los nuevos periodistas: sigan creyendo que van a cambiar el mundo con su profesión. Créanlo firmemente hasta el último día. Ese idealismo es lo que mantiene vivo y palpitante a un periodista hasta que cumpla cien años. Que es quijotismo, ya lo sé; pero es que un periodista verdadero es un Quijote.