UNA EXPERIENCIA de reflexión y memoria se vivirá con “Iconografías de barrio”, una muestra de 24 artistas que, a través de diferentes técnicas y materiales, inducirán al público por un ejercicio en el que indagarán en sus recuerdos.
A través de las obras, los visitantes podrán entrar en reflexión acerca de las dinámicas de relacionamiento, expansión, construcción, transporte, abastecimiento, entre otras situaciones, que suceden en los barrios tradicionales.
La exposición, bajo la curaduría de Alejandro Triana, será inaugurada este jueves a partir de las 6:00 p.m., en la calle 100 del Centro Colombo Americano de Bogotá y estará abierta hasta el 25 de abril, de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 6:00 p.m. y los sábados de 10:00 a.m. a 2:00 p.m.
Entre la nómina de los artistas que participaron en esta muestra está: Pablo Adarme, Juan Arreaza, Camilo Betancur, Iván Cano, Antonio Caro, Laura Castro, Mauricio Combariza, Alirio Cruz, Alex De La Torre, José García, Lía García, “J & L” Constructores, George Jiménez, Cesar León, Javier López, Ricardo Moreno, David Navarro, Jenifer Osorio, Boris Pérez, Ernesto Restrepo, Luisa Roa, Javier Rey y Mauricio Salcedo.
“Iconografías de barrio” surge gracias a la publicación de la revista ‘Nature’ acerca del hallazgo de un grupo de arqueólogos de la Universidad de Griffith, Australia, sobre una pintura rupestre de al menos 44 mil años de antigüedad, en una cueva de la Isla de Célebes, Indonesia. La obra representaba una escena de caza que, para su autor, encarnaba parte de sus recuerdos de infancia o de actividades cotidianas de su entorno. Hecho que simboliza para los artistas una oportunidad de reinterpretación y técnica al servicio, no solo del gremio, sino de la historia.
Es a través del tiempo, en el que en miles de obras de arte se han plasmado personajes, lugares, situaciones, animales, objetos, creencias, mitos y entre otras representaciones del ser humano, las cuales han servido como piezas de rompecabezas en la reconstrucción de memoria individual o colectiva, permitiendo conocer algo más de lo que hemos sido como especie: nuestro legado.
“En una visión menor de espacio y tiempo, esa escena de cacería habitó en la mente de su autor como una imagen que representaba una relación de identidad, quizá con su gente o clan. De esta misma forma personas, lugares, situaciones, animales, objetos, entre otros, que habitan en nuestros recuerdos como miles de imágenes que están relacionadas con nuestras experiencias, por consiguiente con lo que somos”, afirmó el portal digital Arte y Cultura en alianza con la exposición.
Durante el recorrido por las obras de la exposición, los espectadores se inmiscuirán en el concepto sobre las costumbres y lugares que se han conservado, transformado o simplemente desaparecido dado el constante cambio de la sociedad y la inevitable interacción de los habitantes o transeúntes con los espacios públicos y privados. Estos hacen parte de las imágenes que se conciben como recuerdos y que se permiten materializar en los recorridos urbanos; a veces como rastros, en otras ocasiones como realidades que resisten al tiempo.
Al ser los barrios uno de los núcleos sociales más próximos durante la infancia, se convierten en los referentes primarios de urbanización y sociedad; al tiempo que los personajes, los objetos, las cosas que allí suceden y donde suceden, se van dibujando como íconos que develan buena parte de la identidad de la humanidad.