‘Joselito’ ha resucitado y anda buscando verbena. Durante los cuatro días de Carnaval, mientras la maicena vuela por el aire, la ‘fría’ baja por la boca. Sin embargo, si bebes alcohol en exceso, el guayabo surgirá dolorosamente para advertirte que tu cuerpo está intoxicado. ¿Por qué? La cantidad de etanol en tu sangre es desproporcional a la capacidad que tiene el hígado para metabolizarlo.
Con ello, escucharás las recomendaciones más caseras y usuales de amigos y familiares para mitigar los síntomas: “tómate una cerveza fría para que empates”, “bebe un vaso con leche y amaneces bien” o “cómete el sancocho levanta muerto”. Pero qué tanto de mito y qué tanto de verdad hay en estas y otras recomendaciones populares. Consultamos al profesor Luis Carlos Morales Burbano, del departamento de Medicina, médico PHD en Farmacología, para ilustrarnos en la materia que más de uno reprueba en estas fiestas.
“El guayabo se da por muchos factores, pero los dos más importantes son la deshidratación y la fabricación de acetaldehído, compuesto orgánico generado por el hígado cuando lidia con una sobrecarga de alcohol. Si la persona realmente no quiere lidiar con el guayabo, la primera recomendación siempre será no tomar alcohol o hacerlo moderadamente”, advierte Morales.
El término médico para referirse al guayabo es veisalgia, que se caracteriza, entre otros síntomas, por presentar dolor de cabeza, sed excesiva, vómitos, mareos y dolores gástricos, la mayoría relacionados con un estado de deshidratación del organismo. Siendo una enfermedad universalmente detestada, no es de extrañar que la humanidad añore y busque una cura. No obstante, el docente recomienda abstenerse de usar productos que se vendan como ‘antiguayabos’, porque no tienen verificación científica ni registro del Invima.
¿Por qué la deshidratación?
¿Cómo es posible que quedes deshidratado si consumiste líquido toda la noche? Normalmente el cuerpo humano produce de manera regular una hormona llamada argipresina, o conocida como la hormona antidiurética (HAD). Una de sus funciones es la de mantener el equilibrio de nuestros líquidos corporales, es decir, controlar la pérdida de agua en nuestro cuerpo. La HAD permite al riñón reabsorber agua de la orina, pero cuando ingerimos alcohol este bloquea la producción de la hormona y el riñón elimina más agua de la necesaria.
El señor acetaldehído
El acetaldehído (CH3CHO), unas 20 veces más tóxico que el alcohol, es básicamente un producto intermedio en la transformación que el hígado hace de etanol a acetato, un químico inocuo similar al vinagre, no tóxico. Pero cuando ingieres alcohol en exceso no le das tiempo a tu hígado de eliminarlo adecuadamente y empieza a acumularlo. Tu órgano solo es capaz de metabolizar 0,12 g/l de alcohol en sangre cada hora. Si no le dejaste trabajar a su ritmo, te lo informará con los síntomas típicos de guayabo: dolor de cabeza, náuseas, vomito, enrojecimiento de la cara, entre otros.
Mitos o verdades
¿Ingerir agua antes, durante y después de la fiesta ayuda a mitigar el guayabo? Cierto. Es fundamental mantenerse hidratado para contrarrestar el efecto deshidratante del alcohol, que bloquea la hormona antidiurética.
¿Comer antes y mientras se bebe ayuda a aminorar el guayabo? Cierto. En teoría, cualquier comida que tengas en el estómago, sobre todo las que tienen un poco más de componentes absortivos, retardan la llegada del alcohol al hígado. Al comer le das más tiempo a tu hígado de metabolizar adecuadamente el alcohol, es decir, le permites que no genere acetaldehído.
¿Tomar una cerveza fría ayuda a mitigar el guayabo? Falso. Esa creencia tiene que ver más con el efecto placebo de sentir el líquido frío bajar por tu garganta, porque estás deshidratado, pero no es una buena idea, si quieres dejar de sentir los síntomas del guayabo. “Matar el guayabo con otra cerveza es mentira, es volverle a meter alcohol al cuerpo, volver a poner a trabajar al hígado”, señala el profesor Morales.
¿El ‘sancocho levanta muerto’ mitiga el guayabo? Cierto. La misma naturaleza del plato de comida ayuda, contiene nutrientes y agua.
¿Beber un vaso con leche durante la noche ayuda a aminorar el posterior guayabo? Cierto, pero no tanto. Está relacionado con tener un alimento en el estómago, pero un solo vaso probablemente no sea suficiente ante un par de litros de alcohol. Si lo bebe durante el guayabo, ayuda a contrarrestar un poco la posible gastritis.
¿Ayuda suministrar solución salina por vía intravenosa? Cierto, ayuda bastante. De hecho, cuando los pacientes llegan con intoxicaciones alcohólicas a un servicio de urgencias, la primera medida es reponer líquidos a través de una hidratación parenteral.
¿Las bebidas alcohólicas claras dan menos guayabo que las oscuras? No está comprobado. En teoría, se dice que los tragos que menos dan guayabo son aquellos que son claros, como el aguardiente (preferible sin azúcar), el vodka, tequila o whisky. Sin embargo, el profesor Morales advierte que no hay una evidencia científica dada, y que se trata más de creencias y experiencias populares.
¿Conducir mejor bajo los efectos del alcohol o ‘enguayabado’? Falso. Quienes creen esto, aluden mejorar sus capacidades al volante, pero es obstinación e irresponsabilidad. De acuerdo con la profesora Andrea Monroy Licht, del departamento de Química y Biología, en esas condiciones los reflejos humanos disminuyen aproximadamente un 20 % en comparación con un estado sobrio. Se reduce la capacidad de reacción, se pierde precisión al calcular la distancia y la velocidad, se perturba el sentido del equilibrio, los movimientos son menos precisos y aumenta la fatiga.
“Estos efectos también están asociados con la falta de sueño, el cansancio, la reducción en el nivel de azúcar y la deshidratación. La intensidad de estos depende de factores como la contextura de la persona, el tipo de bebidas que ingirió y la rapidez con la que el alcohol es eliminado del cuerpo, tiempo que oscila en alrededor de 24 horas”, explica la docente. La probabilidad de sufrir un accidente es 140 veces mayor para un conductor embriagado que para uno sobrio. Entonces entrega las llaves y modera tu consumo de alcohol. Ahora sí, a gozar el Carnaval.