Un ramo de flores fusionado con cables de sonido fue la propuesta que Federico Uribe presentó para el póster de uno de los eventos musicales más importantes del continente, los Latin Grammy, que para su entrega número 22 eligió al escultor colombiano como el Artista Oficial.
La obra de Uribe tendrá un lugar prominente en materiales colaterales antes y durante la ceremonia anual del evento, el cual se trasmitirá en vivo por Univision el 18 de este mes. Se trata de un título que Uribe logró por una casualidad, como el artista lo explicó.
“Hace un tiempo construí un arrecife de coral de plástico que era una instalación que exhibí durante la Bienal de Venecia y tuvo mucha repercusión en los medios mexicanos. Uno de esos periodistas que me entrevistó era amigo del director de los Grammys y nos puso en contacto, aunque no sabía para qué. Hablé con él y él tampoco sabía. Pero al final me dijo ‘sí, ya sé, usted será el Artista Plástico Oficial de los Latin Grammy si quiere’. Fue de casualidad, porque nada de lo que pasa en la vida es suerte”, le confesó Uribe en entrevista a EL NUEVO SIGLO.
Ofrenda de músicos a oyentes
En la obra de arte que creó especialmente para los Latin Grammy, Uribe representa la música con un ramillete de flores y cornetas de gramófono delineados con cables y conectores.
La obra de Uribe ilustra la ofrenda de los músicos a sus oyentes y las conexiones que la música crea entre la gente. Para representar ese regalo musical en el cuadro de la portada del programa, usó partes de un sistema de sonido descartado por la New World Symphony en Miami.
“La construí con cable que me regaló la Orquesta Sinfónica de Miami, pues ellos habían cambiado todo el cableado de su sistema de sonido. Esta obra es un gramófono que al mismo tiempo es un ramo de flores, el cual hace un homenaje a este mundo de la música. Me pareció lindo contar estas ideas que al final solo yo las sé”, aseguró el escultor.
Es un gesto típico de su arte, que da otra dimensión a las cosas cotidianas. Uribe usa sus coloridas esculturas de objetos reciclados, desde cordones de zapatos y corbatas hasta balas y rastrillos, para crear experiencias nuevas.
Para el artista participar en la intervención del póster oficial del certamen “Me crea una relación con otra parte del mundo de la creatividad, del arte, la música y la juventud con la que no tengo ninguna otra manera de relacionarme. Es una casualidad fantástica que la vida me ha dado. Esto también le abre espacio a mi trabajo, pero en un ámbito en que tengo muy poca posibilidad de ser visto, rodeado de jóvenes que buscan música, sobre todo urbana, que es lo que van a premiar este año”.
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Por su parte, Manuel Abud, CEO de los Grammy Latino, indicó que “las obras de Uribe son profundas y reflexivas, y llaman a la gente a examinar su vida. Su arte y su capacidad de presentar objetos conocidos de una manera distinta son muestra de la singular perspectiva de Uribe. El análisis por Uribe del amor, la vida, la música y la cultura refleja los mismos elementos de la música latina que apreciamos y celebramos”.
Arte con el peso de los objetos
Federico, nacido en Bogotá, empezó su carrera como pintor de claroscuros con rasgos clásicos, que expresaban su rabia contra la sociedad.
“Siempre quise ser artista, entonces fui pintor durante mucho tiempo”, confirmó Uribe, quien se graduó de la Universidad de Los Andes y viajó a Nueva York para realizar una maestría en pintura.
En su primer paso al extranjero vivió un periodo de nueve años en los que viajaba por el mundo de beca en beca. Pero su tour terminó cuando pisó tierras mexicanas, donde obtuvo otra beca de la Unesco. Estando ahí su ritmo se detuvo al conocer a su esposa. “Me enamoré y me quedé viviendo allí, entonces mi vida cambió”.
Durante un tiempo estuvo trabajando en algunas galerías mexicanas, pero a pesar de su esfuerzo no dio muchos frutos. “El mercado mexicano es muy difícil para un extranjero”. Por lo que decidió hacerle caso a su impulso de radicarse en Estados Unidos, donde una galería actualmente lo representa.
De la pintura, Uribe pasó a la escultura al sentirse identificado con el proceso de construir instalaciones con objetos reciclados para comunicar sus pensamientos. “Entendí el peso simbólico de los objetos. Por ejemplo, entendí que un lápiz de color siempre está relacionado con la infancia de todo el mundo, que la bala tiene que ver con la muerte de gente inocente porque al final todos son inocentes, o que el cable tiene el peso simbólico de conectar. Entonces hablo de muchas cosas a través de los objetos, de mi manufactura”, señaló Uribe.
El arte del escultor bogotano invita a la reflexión sobre las cosas de las que nos llenamos y las que nos llenan en la vida. A veces, devuelve a la naturaleza lo suyo y usa libros para erigir árboles, por ejemplo.
Con frecuencia, sus instalaciones incluyen música creada especialmente para reflejar su patrimonio cultural y la experiencia de vida en toda su plenitud, sean ritmos afrocolombianos o el trino de pájaros. Trabaja en un almacén de cinco mil pies cuadrados en Miami o su estudio rodeado de palmeras en Pereira, en los Andes de Colombia. Ha expuesto en galerías y museos en múltiples ciudades de Estados Unidos y el mundo.
El éxito de sus esculturas, como un arrecife de coral hecho de plástico o dos soldados reconstruidos con elementos quirúrgicos, lo ha llevado a tener su agenda ocupada por los próximos tres años, con exposiciones que van desde museos en Nueva York hasta en Catar.