Centenares de alpinistas y de sherpas rindieron homenaje este sábado a 15 de sus compañeros que murieron hace un año en una avalancha en el Everest.
El accidente, que se produjo el 18 de abril de 2014 cuando un grupo de guías estaba preparando un ascenso, es el más mortífero de la historia del Everest, el pico más alto del mundo (8.848 metros) y llevó a los sherpas a pedir mejores indemnizaciones en caso de heridas o fallecimiento.
"Todos los equipos han decidido no subir hoy en memoria de los amigos perdidos el año pasado", dijo a la AFP Pasang Sherpa, un guía de alta montaña del campo base del Everest.
"Mi corazón late muy fuerte cuando veo la cascada de hielo [donde tuvo lugar la avalancha]. Es un día triste para nosotros", añadió este guía que estaba en el campo base cuando se produjo la avalancha.
En Katmandú, monjes budistas recitaron plegarias y tocaron música tradicional en un monasterio, rodeados de los familiares de una de las víctimas, Ang Kaji Sherpa, que dejó cinco hijos huérfanos.
El accidente puso de relieve los riesgos para los sherpas de pasar varias veces por la cascada de hielo situada encima del campo base para fijar las cuerdas y garantizar así la seguridad de las expediciones.
"Después de la avalancha salieron a la luz muchas cuestiones sobre la seguridad de los guías, que son la base de este negocio", dijo Ang Tsering Sherpa, presidente de la asociación de alpinistas de Nepal, aunque reconoció que las condiciones de trabajo han mejorado desde el accidente.
Las autoridades de Nepal, un país con 14 picos de más de 8.000 metros, han cambiado este año el camino de acceso a la cascada de hielo y pondrán médicos en varios puntos del recorrido/AFP.