La elección de María del Socorro Bustamante y Moisés Orozco, avalados por la Fundación Ébano Colombia, para ocupare las curules reservadas en la Cámara para los representantes de la población afrodescendiente no dejó contenta a la población perteneciente a esa etnia básicamente por una razón: ambos son blancos.

Diego Ángulo, quien aspiró el 9 de marzo con el aval de Poder Ciudadano, se reunió con los magistrados del Consejo Nacional Electoral para pedir el reconteo de votos y para solicitar un debate en el que se evalúe la legitimidad de los dos representantes elegidos.

"Vamos a empezar a reunirnos con el CNE para presentar acciones jurídicas por esta elección", aseguró, precisando que "las curules afro se crearon para nuestra comunidad. Estas personas no han debido ni recibir el aval".

Bustamante se ha negado a responder por este tema en los medios de comunicación. El 10 de marzo tuiteó “gracias a todos y cada uno de los que me apoyaron en este nuevo proyecto. Ahora a trabajar por las minorías de Colombia”, mientras que días después, durante un acto en San Basilio de Palenque, Bolívar, expresó que, según la citó otro tuitero, “no vine a discutir de qué color de piel soy. Yo no aspire a eso”.

Además de ser blancos, Bustamante y Orozco han sido muy cuestionados por sus vínculos, pues la primera perdió el aval que le iba a dar Cambio Radical para aspirar a la Alcaldía de Cartagena por sus presuntos nexos con la empresaria del chance Emilse López, conocida como la Gata, mientras que el segundo, según una investigación de la Fundación Paz y Reconciliación, es abogado de los hermanos Comba, narcotraficantes relacionados con el Cartel del Norte del Valle.

Para Juan de Dios Mosquera, fundador y presidente del Movimiento Nacional por los Derechos Humanos Afrocolombianos Cimarrón, Bustamante y Orozco “son personajes politiqueros, indignos e indeseables, como representantes políticos del pueblo afrocolombiano en el Congreso”.