Crudo bajo, dólar alto | El Nuevo Siglo
Miércoles, 20 de Enero de 2016

La caída pronunciada del precio del petróleo volvió a arrastrar los resultados de las principales bolsas del mundo, provocando a la vez la disparada de la cotización del dólar en el país.

 

En poco menos de un año, el valor del crudo se ha descolgado casi 80 dólares y ayer bajó por primera vez desde 2003 de los 28 dólares y llegó hasta los 26,52 dólares con una variación negativa diaria de 6,47.

 

El barril de petróleo llegó a caer a su nivel más bajo en 12 años. Parte de culpa de la imparable caída del petróleo la tienen las pesimistas previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que advirtió que el mercado se ahogará "en un exceso de oferta" este año.

 

El retorno de Irán a los mercados petroleros, tras el levantamiento de las sanciones internacionales contra Teherán, contribuirá a ello, lo que provocaría más caídas de los precios del crudo, según explicó la AIE en su informe mensual.

 

En paralelo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó también sus previsiones de crecimiento. El organismo multilateral alertó además del riesgo de un "descarrilamiento de la economía mundial", y citó la ralentización de la economía china y la situación "peligrosa" de numerosos países emergentes.

 

Vuelan miles de millones

Desde principios de año, los parques financieros se hundieron, volatilizando miles de millones de dólares de capitalización.

"En el origen de la debacle de este principio de año está el desequilibrio entre la oferta de petróleo y la demanda, y mientras los precios no se estabilicen, los mercados bursátiles lo pasarán mal" opina Chihiro Ohta, analista de SMBC Nikko Securities Inc. en Tokio.

 

En este contexto, el FMI revisó a la baja en 0,2 puntos su previsión de crecimiento de la economía global para 2016, a 3,4%, con una alerta sobre riesgos "sustanciales" que afectan especialmente a las economías emergentes, amenazadas de "desaceleración generalizada".

 

En efecto, la ralentización china hace caer las cotizaciones de las materias primas y priva a los países que las exportan -muchos de ellos emergentes- de cruciales recursos.

Además, la subida del dólar, divisa utilizada para fijar precios del petróleo y las materias primas, penaliza así las cotizaciones de éstos, lo que termina de complicar la situación.

 

Las bolsas

Asimismo, las principales bolsas europeas cerraron con fuertes pérdidas, arrastradas por la imparable caída de los precios del petróleo, mientras la bolsa de Nueva York retrocedía también 3,44 por ciento.

 

El índice FTSE-100 de Londres se desplomó un 3,46%, el Dax-30 de Fráncfort un 2,82%, el CAC-40 de París un 3,45% y el Ibex-35 de Madrid un 3,20%.

 

Asimismo, la divisa rusa cayó a su nivel histórico más bajo frente al dólar, lastrada por el imparable derrumbe de los precios del petróleo, que hunde a Rusia en la crisis económica.

 

El dólar superó los 81,93 rublos en la bolsa de Moscú. El rublo jamás se cambió a ese nivel ante el billete verde desde que Moscú quitara tres ceros a su divisa durante la crisis financiera de 1998.

 

A su vez, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio perdió 3,7% al cierre, mientras la bolsa de Hong Kong terminó con una caída de 3,82%, situándose en su nivel más bajo en cuatro años. Las bolsas chinas de Shanghai y Shenzhen perdieron cada una 1,03%.

 

Lo mismo ocurrió con las siete plazas financieras de los países del Golfo -que producen diariamente 18 millones de barriles de crudo- en la estela de la de Riad (-5%) y Dubái (-4,6%).

"Es un principio de año calamitoso,  probablemente jamás se vio algo así desde el mes de enero de 1998", afirma Xavier de Villepion, vendedor de acciones en HPC.

 

 

El dólar

Mientras tanto, el dólar en Colombia alcanzó la barrera de los 3.400 pesos en las operaciones interbancarias, producto de las bajas cotizaciones del crudo en los mercados internacionales.

 

Analistas del mercado indicaron que esta cifra es récord y hasta el momento se desconoce hasta dónde puede llegar.

La divisa se negoció en promedio a $3.357,47 con un repunte en promedio de casi 60 pesos frente a la jornada del martes pasado.

 

El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, Guillermo Botero, manifestó que el nuevo incremento en el precio del dólar tendrá un efecto directo en el costo de vida de los colombianos.

 

Señaló que de acuerdo con el reporte de la SAC en el 2015 se importaron más de 11 millones de toneladas de alimentos y de ahí el impacto de la devaluación del peso.

 

De acuerdo con la firma CorpBanca, en la cotización de la divisa están confluyendo el incremento en la percepción de riesgo del país y el ruido por el posible flujo de dólares en el futuro, como resultado de la venta de la participación del Gobierno en Isagen.

 

Para lo que queda de enero, se espera que el dólar se mantenga por encima de 3.100 pesos, pero con fuertes alteraciones debido a la escasez de dólares en la economía. Sin embargo, aun cuando los cambios diarios en la cotización de la moneda han sido bastante altos, no alcanzaron a superar el 7% del promedio móvil de 20 días, razón por la cual las opciones call del Banco de la República no se ejecutaron.

 

Teniendo en cuenta lo anterior, el 18 de diciembre el Emisor decidió modificar el porcentaje de desviación y actualmente las opciones call se activarían cuando la TRM del día supere en 5% el promedio móvil de 20 días. A la fecha, no se han activado ninguna de las opciones.

 

No obstante, durante estos días en el mercado local se generó un ruido bajista por la eventual venta del porcentaje que tenía la Nación en Isagen, presionando la cotización del dólar a la baja. Por la venta de Isagen, la empresa canadiense Brookfield Asset Management pagó $4.130 por acción para un total de US$1,9 millones y aunque todavía no hay claridad sobre cuándo, cómo y cuánto de la venta entrará al país, la eventual mayor oferta de dólares genera presiones bajistas en la moneda, en un entorno donde los precios del petróleo han caído por debajo de US$30 por barril y con probabilidades bajas de recuperación.

 

Por otra parte, la inversionista canadiense anunció que tiene intenciones de salir a comprar la totalidad de las acciones de Isagen el 28 de marzo, cuando se formule la Oferta Pública de Adquisición (OPA) a los inversionistas minoritarios. En este caso, el flujo de dólares a la economía colombiana sería aún mayor y contribuiría a una revaluación del peso.

 

De otra parte, en términos de riesgo, la economía colombiana sigue siendo una de las más vulnerables de la región donde el CDS a 10 años superó nuevamente máximos históricos y en enero alcanzó a anotar un valor de 340, alcanzando los niveles más estresados del indicador para el país.

 

Los riesgos

Aunque en los últimos días todas las monedas latinoamericanas presentaron incrementos en los indicadores de riesgo y por ende en la devaluación de sus monedas, Colombia y Brasil fueron los que más tensiones presentaron.

Nuevamente, los precios bajos de las materias primas aumentaron la percepción de riesgo para los países emergentes, además de los problemas políticos de países como Brasil. En conclusión, para el mes de enero es de esperar que la moneda colombiana siga respondiendo a los precios del petróleo y a la expectativa de lo que pueda pasar con los dólares como resultado de la venta de Isagen.

 

Teniendo en cuenta que la cuenta corriente del país sigue reportando niveles máximos y la balanza comercial se sigue deteriorando, es de esperar que a cierre de mes el dólar se mantenga entre $3.100 y $3.200. Una vez se tenga más información sobre los posibles flujos derivados de la venta de Isagen, la cotización de la moneda colombiana debería disminuir, pero esta información no se tendrá hasta finales del mes.

 

Por otra parte y según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), las importaciones cayeron 14,8%, en los 11 primeros meses de noviembre. Este hecho se explica porque la devaluación del peso frente al dólar hace que los productos que se compraban en el exterior, y se pagan en dólares, ahora son mucho más costosos.

 

Sin embargo, solo fue en los últimos meses del año pasado cuando el bolsillo de los colombianos empezó a ceder, logrando que las expectativas de algunos analistas se cumplieran.

 

El economista jefe del Citi, Munir Jalil, aseguró que “en los últimos meses se aceleró la caída de las importaciones, antes del dato de octubre estaban cayendo muy poco, deberían haber caído más. En la información registrada en el cuarto trimestre ya se ve un dato mucho más consistente y era lo que muchos analistas estábamos esperando”.

 

Aunque, lo normal con la depreciación de la moneda nacional frente a la estadounidense era que la reducción de las importaciones hubiera sido mucho más acelerada, fue entre octubre y noviembre cuando los colombianos se transformaron “en un consumidor mucho más mesurado en sus compras”, señaló Jalil.