La Junta Directiva del Banco de la República, prevé que el crecimiento económico en 2013 sea similar al observado en el año anterior. En la medida en que el choque de oferta de alimentos se diluya, la inflación y sus expectativas deberían volver al rango objetivo y retomar su convergencia hacia la meta de largo plazo (3%). Las tasas de interés se mantienen en niveles que estimulan el gasto agregado de la economía.
Los miembros de la Junta coincidieron en la conveniencia de mantener inalterada la tasa de interés de intervención. Algunos enfatizaron que la información disponible a partir de la reunión de Junta anterior mostró señales mixtas; con variables que se comportaron mejor a lo esperado y otras por debajo de las expectativas.
Consideraron además que si en el futuro la información disponible sugiere una consolidación de las expectativas de inflación a la baja, con un crecimiento igual o menor de lo esperado, podría haber espacio para un impulso monetario aún mayor al actual. Habría también que tener en cuenta los posibles efectos de una disminución en la compra de activos por parte de la FED (“tapering”) sobre las variables financieras del país.
Además, otros miembros añadieron que es necesario tener una respuesta simétrica frente a las desviaciones de la inflación proyectada frente a la meta. Esto significa que es tan poco deseable superar el techo del rango meta, como estar por debajo del mismo.
Se discutió sobre la necesidad de evaluar los indicios de que el PIB potencial sea mayor que el estimado, al igual que la permanencia de este fenómeno y los efectos que a ello tenga lugar en la senda de política, por lo que podría ser necesario hacer ajustes con el propósito de acelerar la convergencia de la inflación a la meta y el cierre de la brecha del producto.
De acuerdo con los analistas de Credicorp Capital, “si la inflación observada y sus expectativas consolidan una tendencia a la baja en medio de datos de crecimiento iguales o inferiores a los esperados, podría darse un estímulo adicional a la economía”.