En firme quedó la destitución e inhabilidad por 10 años de la señora Marly María Manchego Tapias, quien pese a estar inhabilitada por el Estado para ejercer funciones públicas continuó laborando como docente en propiedad de una institución educativa del municipio La Apartada (Córdoba).
La Procuraduría Regional de Córdoba estableció que desde el 23 de abril de 2008 la señora Manchego Tapias se desempeñaba como docente de tiempo completo en el municipio de La Apartada y que, de acuerdo con el certificado de antecedentes disciplinarios expedido por la procuraduría el 18 de marzo de 2011, se encuentra inhabilitada por el término de 11 años, decisión que cobró ejecutoria el 16 de septiembre de 2009.
En consecuencia, la docente estaba inhabilitada para seguir en el ejercicio del cargo de docente departamental y, no obstante, permaneció en el cargo pese a tener conocimiento de que en su contra existe una sanción disciplinaria de destitución e inhabilidad.
Para el Ministerio Público es claro que en este caso se presentó una inhabilidad sobreviniente pues este es "un hecho que afecta el ejercicio del cargo por la presencia de una circunstancia que se produce durante su desempeño, y que no existía al momento de tomar posesión del cargo en cuestión o de pretender el acceso al servicio".
La conducta fue calificada como dolosa teniendo en cuenta que la docente continuó desempeñando funciones, teniendo conocimiento de la inhabilidad "por lo que era obligatorio y procedente informar al nominador la inhabilidad que le sobrevino, y al no hacerlo, evidentemente y de manera manifiesta desconoció y violó las normas de obligatorio cumplimiento".
La decisión de primera instancia no fue apelada por la señora Manchego Tapias y en consecuencia ésta quedó en firme.