Copenhague: ataques reavivan el miedo antisemita | El Nuevo Siglo
Lunes, 16 de Febrero de 2015

Los Estados europeos se esforzaban por tranquilizar a sus comunidades judías tras los ataques de Copenhague, que dejaron dos muertos haciendo temer un resurgimiento de la violencia antisemita en Europa.

Las banderas ondeaban a media asta en Dinamarca, donde los tiroteos en una sinagoga y en un centro cultural donde se celebraba un acto sobre la libertad de expresión han aturdido a un de los países más pacíficos del mundo.

El presunto autor de los atentados, abatido por la policía el domingo, fue identificado como Omar el Hussein, un danés de origen palestino con un historial de delincuencia.

Lo ocurrido el fin de semana en la capital danesa tuvo una repercusión particular en Francia, donde unos atentados islamistas dejaron 17 víctimas en enero, incluidos varios judíos. París llamó a la unidad nacional para combatir el "islamofascismo", como lo definió el primer ministro Manuel Valls, que pesa sobre Europa. 

Según los servicios de inteligencia daneses, El Hussein se habría inspirado en los ataques de París contra un supermercado de comida judía y la revista satírica Charlie Hebdo, que publicó varias caricaturas del profeta Mahoma.

 

- Nuevos tipos de guerra -

 

Los ataques en Dinamarca levantaron una ola de indignación de Tokio a Londres, de Riad a Nueva York. En París, esta se sumó a la provocada por un acto antisemita en el este de Francia, donde cientos de tumbas fueron profanadas en el cementerio judío de Sarre-Union, un acto que Valls calificó de "odioso".

"Un nuevo tipo de guerra", tituló el diario de extrema derecha Jyllands-Posten, en el que aparecieron las viñetas de Mohamed en 2005, provocando numerosas y violentas protestas en el mundo musulmán. 

Con un esquema muy similar al de los yihadistas de París, el asaltante primero disparó decenas de veces con una pistola ametralladora contra un centro cultural donde se celebraba un debate sobre el islam y la libertad de expresión, matando a Finn Nørgaard, un cineasta de 55 años. Después, consiguió huir en coche y por la noche, abrió fuego ante la gran sinagoga de Copenhague, matando a Dan Uzan, un judío de 37 años. Durante los ataques, hirió además a cinco policías.

Entre los asistentes al debate se encontraba el caricaturista sueco Lars Vilks, que ha recibido numerosas amenazas desde 2007, a raíz de la publicación de uno de sus dibujos que mostraba al profeta Mahoma con un cuerpo de perro. 

El dibujante vivirá a partir de ahora y de forma indefinida en un lugar secreto, según anunció la policía sueca.

La policía danesa tenía fichado al sospechoso individuo por actos de delincuencia y, según la prensa, salió hace dos semanas de la cárcel, donde cumplía condena por haber agredido a un hombre de 19 años en la estación de Copenhague sin motivo aparente, lo que hace temer que sufrió una radicalización en prisión.

 

- Los judíos daneses se quedan en casa-

 

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a cuestionar la capacidad de las democracias europeas para proteger a sus comunidades hebreas y llamó a los judíos de Europa a emigrar masivamente a Israel.

La primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, prometió proteger a la pequeña comunidad judía de Dinamarca, y pidió que se queden.

"La comunidad judía ha estado en este país durante siglos. Pertenecen a Dinamarca, son parte de la comunidad danesa y no seríamos lo mismo sin ellos", aseguró. 

La comunidad judía danesa, por su parte, agradeció la "amabilidad" de Netanyahu, pero rechazó la oferta. "No es el terror lo que nos hará marcharnos a Israel", declaró a la AFP un portavoz, Jeppe Juhl.

Haciendo gala de una rara magnanimidad, varias personas colocaron ramos de flores este lunes en el sitio donde el presunto autor de los dos atentados en la capital danesa fue abatido por la policía, con los que, explicaron, querían expresar su perdón.

Por la noche, una manifestación contra el terrorismo, que contará con la presencia de la primera ministra y varios representantes extranjeros, espera reunir a decenas de miles de personas.

"Quiero subrayar que esto no es un conflicto entre el Islam y Occidente. Es un conflicto entre los valores esenciales de nuestra sociedad y los extremismos violentos", aseguraba Thorning-Schmidt por la mañana/AFP.