Los conservadores macedonios ganaron las legislativas del domingo y su candidato fue reelegido a la presidencia del país, en unos comicios que fueron denunciados como fraudulentos por la oposición de izquierda que reclama la celebración de nuevas elecciones.
Según resultados oficiales concernientes al 51,31% de los votos escrutados, el partido conservador (VMRO-DPMNE) obtuvo 42,27% y su aliado en la coalición gubernamental saliente, un partido de la comunidad albanesa (DUI), 16,51%.
La oposición de izquierda (SDSM) solamente obtuvo el 22,83% de los sufragios, según la misma fuente.
En las presidenciales, el mandatario saliente, el conservador Gjorge Ivanov, fue reelegido con 56% de los votos, ante el candidato de la izquierda, Stevo Pendarovski, según recordó la misma fuente.
"Los ciudadanos macedonios han sido engañados. Nos robaron las elecciones", declaró a la prensa al terminar la votación a las 17h00 GMT, el líder de la oposición de izquierda, (SDSM), Zoran Zaev, quien exigió nuevas elecciones.
Zaev acusó al gobierno de haber "comprado votos masivamente, en presencia de la policía y con su ayuda".
No obstante, la Comisión Electoral afirmó que la votación se había llevado a cabo normalmente y que solo se habían registrado leves irregularidades.
La votación se celebró en medio de una grave crisis económica, con un desempleo superior al 28%.
Le tasa de participación fue del 60,88% de los habilitados, inferior en un 2% respecto a las anteriores legislativas, en 2011.
Observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que siguieron vigilantes el escrutinio, presentarán su informe este lunes durante una conferencia de prensa en la capital Skopje.
En el poder desde 2006, el partido conservador del primer ministro saliente Nikola Gruevski, quien convocó a estas elecciones un año antes de finalizar el actual mandato parlamentario para afianzar su poder, clamó victoria y desmintió las acusaciones de fraude de la oposición.
-El bloqueo de Grecia-
A pesar de una situación económica muy delicada, los conservadores mantienen la confianza de su electorado.
"Sólo se puede ir a mejor con el equipo que está actualmente en el poder. Todos los países de la región nos envidian por los progresos realizados en el nuestro", afirmó Levce Trajkovski, un habitante de Skopje.
"Las cosas empeoran. Necesitamos un cambio", subrayó Zana Teneva, de 43 años, tras emitir su voto.
La economía ha estado en el centro de la campaña electoral, durante la cual el VMRO-DPMNE se comprometió a mejorar la situación y a continuar las reformas, en momentos en que se constata precisamente el mencionado 28% de desocupación entre la población activa.
El país registró una caída de 0,4% de su crecimiento económico en 2012 pero el PIB aumentó un 3,1% en 2013 gracias al sector de la construcción y a las exportaciones. Y para 2014 las autoridades prevén un crecimiento de 3%.
Macedonia mantiene una disputa con Grecia sobre el nombre de la ex república yugoslava, independiente desde 1991, y candidata a la Unión Europea desde 2005. La oposición afirma que esta disputa es el principal obstáculo para la integración del país en la Unión Europea y an la OTAN.
Candidata a la adhesión a la UE desde 2005, Skopje no ha registrado progresos significativos debido precisamente a este litigio.
Grecia estima que su vecina no tiene derecho a usar el nombre de Macedonia porque es el de una de sus regiones (al norte) y lo considera históricamente griego. La propuesta helena es que la nación se denomine "Macedonia del Norte", pero Skopje sólo aceptaría esta apelación en las relaciones bilaterales y no así con el resto del mundo.
Con dos millones de habitantes, el país cuenta con una importante comunidad albanesa. Las relaciones entre éstos y los macedonios son tensas desde el conflicto de siete meses que en 2001 enfrentó a las fuerzas gubernamentales con la guerrilla albanesa de Macedonia.
Ese mismo año firmaron un acuerdo de paz que otorga más derechos a la minoría albanesa (aproximadamente el 25% de los dos millones de habitantes)./AFP