El partido conservador del primer ministro David Cameron cedió a la creciente presión de sus diputados más euroescépticos y presenta el martes un anteproyecto de ley acerca de la convocatoria de un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea.
Cameron, que ha prometido celebrar esta consulta hacia 2017 si es reelegido para un segundo mandato, espera desactivar con esta iniciativa anunciada durante su visita a Estados Unidos una rebelión de los euroescépticos de su formación.
Varios diputados 'Tories' presentaron una moción que será votada el miércoles en la Cámara de los Comunes en la que "lamentan" la ausencia de un proyecto de ley sobre el referéndum en la nueva agenda legislativa del gobierno presentada la semana pasada por la reina Isabel II.
Como en el llamado "Discurso del Trono", sin embargo, Cameron no puede introducir el anteproyecto de ley en nombre del gobierno debido a la oposición de los liberaldemócratas, sus socios minoritarios en la coalición gubernamental, quienes el martes se declararon "perplejos" por la iniciativa conservadora.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, explicó en los micrófonos de la BBC que el primer ministro buscaba desde hace tiempo "maneras de reforzar y demostrar nuestro compromiso sobre un referéndum".
El anteproyecto de ley, que será presentado individualmente por un diputado del partido y tiene escasas posibilidades de prosperar, "significa que puede haber un debate en la Cámara de los Comunes (...) una votación" sobre este asunto, agregó Hague.
Para el opositor Partido Laborista, el anteproyecto de ley es "la última respuesta de pánico de un primer ministro que ahora sigue, en lugar de liderar, a sus diputados", según dijo el portavoz de Relaciones Exteriores Douglas Alexander.
El euroescéptico John Baron, uno de los impulsores de la moción parlamentaria que cuenta ya con el respaldo de cerca de 70 diputados conservadores, consideró sin embargo la iniciativa "insuficiente" debido a la falta de garantías de que se convierta en ley.
"Claramente la mejor opción es que el gobierno tenga el valor de respaldar nuestra enmienda el miércoles, fuerce a los laboristas y los liberal demócratas a decidir y si ganamos la votación entonces el gobierno podrá presentar un proyecto de ley a través de los canales normales y tendrá muchas más posibilidades de triunfar", declaró.
Cameron se comprometió en enero a renegociar los términos de la relación entre el Reino Unido y la UE, y a someter el acuerdo resultante a un referéndum sobre su continuidad en el bloque antes del final de 2017, siempre y cuando sea reelegido para un segundo mandato en las generales previstas dos años antes.
Pero en los últimos meses ha sido objeto de una oposición creciente de euroescépticos dentro de su propio partido que consideran sus promesas demasiado vagas y lejanas, y verían con buenos ojos un referéndum en esta legislatura.
La presión se acentuó todavía más en la estela del ascenso en las recientes elecciones locales del eurófobo, populista y anti-inmigrante Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), que está arrebatando votos a los conservadores por la derecha.
Durante el fin de semana, dos ministros del gabinete de Cameron, los titulares de Educación, Michael Gove, y de Defensa, Philip Hammond, dijeron públicamente que votarían a favor de una salida del bloque de los 27 si el referéndum se celebrara ahora.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, salió el martes en ayuda de Cameron, respaldando su postura de dar una oportunidad a la negociación, durante la rueda de prensa que ambos dirigentes ofrecieron en la Casa Blanca tras una reunión bilateral.
"El punto básico de David, de que probablemente quieres ver si puedes arreglar lo que está roto en una relación muy importante antes de romperla, tiene bastante sentido para mí", dijo Obama, precisando sin embargo que correspondía "a los británicos tomar las decisiones que les afectan".
Según un sondeo ICM publicado el lunes en el diario The Guardian, un 35% de los británicos desearía que se celebrara inmediatamente un referéndum. Y sólo un 22% de los sondeados se declara seguro de votar a favor de la permanencia en el bloque, responsabilizado de gran parte de los males del país.