Uno de los ponentes del proyecto, el representante a la Cámara Heriberto Sanabria, aspira a que el presidente del Consejo de Estado siga presente en la discusión.

El congreso no puede convertirse en el árbitro entre las altas Cortes y el Gobierno en el tema de la Reforma a la Justicia, sino en conciliador, señaló el representante a la Cámara Heriberto Sanabria, uno de los ponentes de la iniciativa que será debatida hoy en tercer debate.

“El Congreso no puede convertirse en un árbitro entre el Ejecutivo y el Poder Judicial, porque antes que un centro de arbitraje, el Congreso tiene que ser un centro de conciliación”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el parlamentario, haciendo referencia a las críticas que al proyecto de acto legislativo han hecho tanto el presidente del Consejo de Estado Mauricio Fajardo como el procurador Alejandro Ordóñez.

La semana pasada el magistrado Fajardo anunció que el máximo tribunal de lo Contencioso Administrativo se retiraba de la discusión en el Congreso, al no ser una reforma judicial que solucione los problemas de la Rama, y simultáneamente el jefe del Ministerio Público instó al Congreso para que abortara la discusión del proyecto.
El representante Sanabria señaló que es importante lograr la mayoría de consensos en torno a la iniciativa, por lo que aspira a que hoy hagan presencia en el tercer debate del proyecto en la Comisión Primera de la Cámara el presidente del Consejo de Estado y el procurador Ordóñez Maldonado.

“Aspiramos a que mañana (hoy) nos acompañen a la Comisión los presidentes de las altas Cortes, incluyendo al presidente del Consejo de Estado, desde luego el Procurador, donde tendremos una sesión formal, en la que esperamos que ellos puedan expresar sus preocupaciones sobre la Reforma a la Justicia. El escenario ideal es el Congreso, y nosotros insistimos en que este proyecto de acto legislativo debe contar con el mayor consenso posible”, dijo.
Frente a la petición que han hecho varios sectores de la sociedad para que sea retirada la iniciativa de su trámite en el legislativo, Sanabria afirmó que el único que puede hacerlo es el presidente Juan Manuel Santos.

“El único que puede solicitar el retiro de ese proyecto es el Presidente de la República, y será retirado si la Comisión (Primera de Cámara) acepta. Mientras eso no ocurra, la obligación de la Comisión es estudiar, debatir, aprobar o negar el proyecto, que es en lo que estamos”, aseguró.

Frente a este mismo punto, el ministro de Justicia Juan Carlos Esguerra insistió en que el Gobierno no retirará el proyecto, al que le restan seis debates, dos de los cuales tienen que ser surtidos antes de finalizar la primera mitad de la actual legislatura, o sea el próximo 16 de diciembre.

“Esta ya no es hora de retirar el proyecto. Como lo hemos dicho a partir del principio: esta no es la reforma integral de la Justicia en lo absoluto, es una parte de ella que debe quedar consignada en una reforma constitucional”, manifestó el jefe de la cartera judicial.
La ponencia única que será puesta a consideración hoy a debate y votación, presenta algunos cambios al texto aprobado en el Senado, entre los que se encuentra mantener la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes, pues el Senado aprobó su eliminación y en su lugar dispuso la creación de un órgano integrado por magistrados.

De igual manera, se propone dividir la etapa de instrucción y acusación, la cual estaría a cargo del Tribunal Superior de Bogotá, de la de juzgamiento, la cual se mantendrá en la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.
El Senado había contemplado dividir la instrucción del juzgamiento dentro de la misma Sala de Casación Penal, creando una subsala específica dedicada a la investigación y acusación.