Situaciones como esta, atentan contra el derecho que tienen los dirigentes sindicales de ejercer su función y lesionan de manera grave el derecho de asociación que tienen los trabajadores para procurar mejoras en su calidad de vida y en la promoción de las relaciones de confianza entre el capital y el trabajo.

Expresamos a Julio Roberto Gómez, demócrata y luchador de los derechos de los trabajadores, a la CGT y a los demás dirigentes sindicales del país, nuestra total solidaridad.

Solicitamos a las autoridades competentes la adopción de las medidas necesarias que garanticen la seguridad del presidente de la CGT.