Un tribunal militar egipcio condenó el martes, por primera vez desde el derrocamiento del presidente islamista Mohamed Mursi, a 52 miembros y partidarios de los Hermanos Musulmanes, uno de ellos a cadena perpetua, por la agresión de militares en la ciudad de Suez en agosto.
Además de una condena a cadena perpetua, la corte militar de Suez sentenció a 48 miembros y partidarios de los Hermanos Musulmanes a penas que van de cinco a 10 años de cárcel y a tres a 15 años de prisión y absolvieron a 12 personas, según una fuente militar.
Una fuente militar había informado horas antes de que 11 miembros de los Hermanos Musulmanes, la cofradía del ex presidente Mohamed Mursi, depuesto por ejército el 3 de julio, fueron condenados a cadena perpetua, 45 miembros a cinco años de cárcel y que ocho fueron absueltos.
Los islamistas estaban acusados de disparar y utilizar la violencia contra el ejército en Suez el 14 de agosto después de que los militares dispersaran violentamente las manifestaciones de los pro Morsi en El Cairo, en el día más mortífero de las jornadas de disturbios que siguieron a la caída del presidente islamista.
Desde la destitución de Mursi, las nuevas autoridades, instaladas por el ejército, reprimieron con violencia las movilizaciones de los Hermanos Musulmanes, en las que murieron un millar de personas --en su mayoría adeptos de Mursi-- y fueron detenidos unos 2.000 miembros de la cofradía, entre ellos su Guía espiritual, Mohamed Badie.
A pesar de que en las últimas semanas no consiguen movilizar a tantos seguidores, los partidarios de Mursi llamaron a manifestarse este martes para denunciar el "golpe de Estado", cuando se cumplen dos meses de que los militares depusieran y detuvieran a Mursi apoyados por los millones de manifestantes que reclamaron su salida el 30 de junio.
En respuesta a este llamamiento, tanques blindados se habían desplegado en dos plazas emblemáticas de la capital, Tahrir, epicentro de la revuelta de 2011 que propició la caída de Hosni Mubarak, y Rabaa al Adawiya, escenario de los disturbios entre los pro Mursi y la policía.
una vez más, los islamistas consiguieron movilizar modestos desfiles.
Los Hermanos Musulmanes, que ganaron las últimas elecciones legislativas y posteriormente las presidenciales tras la caída de Mubarak, que se mantuvo en el poder tres décadas en el país árabe más poblado, están volviendo a vivir en la clandestinidad tras la represión de las últimas semanas.
Por otro lado, en la península del Sinaí, al menos ocho insurgentes islamistas murieron y 15 resultaron heridos en bombardeos de la aviación egipcia a aldeas del norte de la región, indicaron a la AFP fuentes de los servicios de seguridad, que señalaron que se trata de la operación aérea "más importante de este tipo en el Sinaí".
La operación tenía por blanco depósitos de armas y explosivos y viviendas que servían de escondite a comandos islamistas, precisaron las fuentes.
Los enfrentamientos entre fuerzas egipcias y grupos islamistas en la península de Sinaí se incrementaron desde la caída de Mursi.
También este martes, otro tribunal egipcio ordenó el cierre definitivo de cuatro televisiones, entre ellas la antena egipcia de Al-Jazeera y el canal de los Hermanos Musulmanes.
Además de Al Jazeera, Mubasher Misr y Ahrar 25, el tribunal administrativo de El Cairo ordenó el cierre de otras dos cadenas islamistas, Al Quds y Al Yarmuk.
Días pasados, Al Jazeera había denunciado una "campaña" en su contra, y el domingo, tres periodistas independientes extranjeros que trabajaban para la edición en inglés del canal de noticias en árabe Al Jazeera fueron expulsados.
Además, los locales de Al Jazeera Mubasher Misr, la filial egipcia, fueron allanados en varias ocasiones, y un corresponsal de Al Jazeera en árabe, Abdallah al Shami, y un cameraman del canal egipcio, Mohamed Badr, estuvieron detenidos durante más de un mes, según el canal.
El gobierno y los medios de comunicación locales acusan a Al Jazeera, así como al conjunto de la prensa extranjera, de cubrir con parcialidad la cruenta represión de las manifestaciones.
El lunes, un tribunal egipcio ordenó el cierre definitivo del canal de televisión islamista Al Hafez por socavar la "unidad nacional" e incitar al odio contra los cristianos.
En su primera entrevista televisada desde la asunción de su cargo hace dos meses, el presidente interino egipcio, Adly Mansur, se comprometió la noche del martes a respetar los plazos fijados para la celebración de elecciones -previstas a principios de 2014- y estimó que el estado de emergencia restaurado el 14 de agosto se podría levantar a mediados de septiembre./AFP