El papa Benedicto XVI expresó su dolor y su extrema preocupación por la matanza de Hula en Siria que causó la muerte de 108 personas y exhortó a las comunidades religiosas a cooperar para conseguir la paz.
"Esa matanza suscita dolor y profunda preocupación en el Santo Padre y en toda la comunidad católica", afirmó el portavoz del Vaticano, el sacerdote jesuita Federico Lombardi.
"La Santa Sede renueva su llamado al cese de todas las formas de violencia y exhorta a las partes interesadas y a toda la comunidad internacional a no ahorrar ningún esfuerzo para resolver la crisis a través del diálogo y la reconciliación", dijo Lombardi.
Entre tanto, “horrorizado”se declaró el emisario internacional Kofi Annan a su llegada a Damasco por la reciente matanza de Hula, que pone en peligro su plan de paz y fue duramente condenada por el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Estoy personalmente conmocionado y horrorizado por los trágicos acontecimientos de hace algunos días", dijo Annan refiriéndose a esta masacre que dejó el viernes 108 muertos, entre ellos 34 niños.
"Es un acto repugnante, de graves consecuencias", añadió Annan que, según su portavoz, tiene previsto reunirse con el presidente sirio Bashar al Asad, representantes de la oposición y el general Robert Mood, jefe de la misión de observadores en Siria.
En el momento en que Annan llegaba a Damasco, Francia y Gran Bretaña anunciaron que iban a "actuar juntos para incrementar la presión de la comunidad internacional sobre Bashar al Asad".
Por su parte, la oposición siria reclamó a los países que la apoyan que le aporten "medios eficaces" para defenderse de la represión del régimen y criticó a la ONU.
Llamamos a los amigos del pueblo sirio a "aportarle inmediatamente y antes de que sea demasiado tarde medios eficaces de autodefensa", señaló un comunicado del Consejo Nacional Sirio (CNS), que calificó de "acto complaciente vergonzoso" la declaración adoptada por el Consejo de Seguridad de las ONU.
El viaje de Annan a Siria es el segundo desde que fue nombrado mediador de la ONU y de la Liga Árabe, hace tres meses, y se produce tres días después de la masacre de Hula, en el centro del país.
La visita del emisario se produce en plena violación del alto el fuego que el propio Annan negoció. Ayer hubo 34 muertos, entre los cuales 15 soldados y dos desertores en violentos combates cerca de Damasco.
El domingo murieron 87 personas en Siria, según el OSDH, de las cuales al menos 34 en Hama (centro), donde las tropas gubernamentales llevaron a cabo una amplia ofensiva.
Esta ofensiva se produjo en el mismo momento en el que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenaba en Nueva York a las autoridades sirias por el ataque de Hula.