Hace una semana el presidente Santos ordenó una revisión de toda la estrategia operacional militar. ¿En qué consiste? EL NUEVO SIGLO consultó al comandante del Ejército y la Armada Nacional, a un experto en antiterrorismo, al vocero de los generales retirados, la academia castrense, un ex ministro de Defensa y un ex comandante de las FF.MM. Aquí sus puntos de vista
 

Tenemos más control territorial: general Navas

Al ser consultado sobre la orden presidencial y sus implicaciones, el comandante del Ejército, general Alejandro Navas Ramos, indicó que se está incrementado la Inteligencia, el control territorial, al igual que acompañando el proceso de consolidación con operaciones ofensivas, de acuerdo con las exigencias del momento con base en las nuevas técnicas de las Farc. “Ellos no están atacando la estrategia del gobierno nacional, atacan los puntos débiles”, precisó el alto oficial.

Agregó que “el accionar de la subversión hace parte de la estrategia de terrorismo ante la incapacidad de hacer frente a las tropas en el campo de combate. Las Farc y el Eln han acudido nuevamente a la guerra de guerrillas, mediante el empleo del terrorismo para hacer visibles o hacer impacto en la población civil y en la opinión pública nacional e internacional, especialmente”.

Dijo que los guerrilleros están haciendo disparos en las afueras de los pueblos, colocando carros bomba y artefactos explosivos indiscriminadamente en la infraestructura petrolera y energética. No enfrentan a las tropas pero sí afectan especialmente a la población civil.
Sobre las directrices del presidente Santos en cuanto a reforzar la estrategia de control territorial, Navas indicó que todo el pie de fuerza militar y policial está realizando esa tarea. “Están distribuidos en forma proporcional, mientras que otros están dedicados a la maniobra, al plan de campaña o de guerra. Estamos trabajando en todos los frentes: control en las carreteras primarias y secundarias, sin descuidar otras vías. También estamos trabajando en las áreas base, es decir en las profundidades de la selva”.

El comandante del Ejército indicó que se diseñó con la Policía un plan reforzado de control en las carreteras “pues pasamos de siete mil 900 kilómetros a trece mil kilómetros… Vamos a tener la presencia de los soldados en los puntos críticos, garantizando ese sagrado derecho democrático a la movilidad”.

Sobre el estrategia “Renacer” ordenada por alias Alfonso Cano a las Farc, Navas indicó que “para nadie es un secreto que ese plan para la toma del poder está totalmente neutralizado. Es decir, que  por la poca o nula posibilidad de actuar abiertamente contra las tropas y contra el Gobierno, entonces acuden a planes subsidiarios del plan estratégico que ellos han llamado Renacer, que es el empleo de las minas, de los francotiradores, de la guerra política mediante la calumnia, el terrorismo y con la infiltración en los centros de formación profesional en varias regiones del país”.


Anticiparse al enemigo: Echandía

El comandante de la Armada Nacional, almirante Álvaro Echandía Durán, afirmó que hoy se trabajando en forma conjunta las Fuerzas Militares y la Policía, bajo la dirección del Ministro de Defensa. Agregó que en desarrollo de esas operaciones, se fortalecen los servicios de Inteligencia y los planes estratégicos para enfrentar a la guerrilla, bandas emergentes, narcotráfico y  delincuencia común.

Frente a la nueva estrategia presentada por el presidente Santos, Echandía indicó que “hicimos varias reuniones y mostramos este plan. Se trata de un plan ambicioso que tiene una cobertura importante y una ampliación de lo que se tenía anteriormente”.

“La Fuerza Pública tiene que estar en una actitud dinámica ante la agresión terrorista. Lo importante es que nosotros nos podamos anticipar a las intenciones de alteración del orden público, como en muchas ocasiones lo hemos hecho, evitando la pérdida de niños, mujeres y hombres del campo. Esta semana en la costa Pacífica, en el área del Bajo Calima, cerca al puerto de Buenaventura, en una carretera las Farc pusieron cerca de 400 kilos de explosivos. En esta vía transitan campesinos y muy poco la Fuerza Pública, pero por fortuna fueron desactivados los explosivos por la Infantería de Marina”.

Según el Comandante de la Armada, las tropas “deben ser complemente proactivas para anticiparse a lo que está pasando… El terrorismo no es un tema fácil, porque precisamente una de las características del terrorismo es la sorpresa. Vemos el terrorismo en países tan avanzados como en Israel, en los Estados Unidos, en España, en Gran Bretaña y, precisamente, es en la medida de los recursos, de las posibilidades, esfuerzo, dedicación y trabajo que se puede anticipar a esas acciones terroristas”.
 

Contra guerra asimétrica: Rosales

El director del Instituto de Asuntos Geoestratégicos y Asuntos Políticos de la Universidad Militar Nueva Granada, general Gustavo Rosales, afirmó que es la primera vez que un mandatario colombiano hace un anuncio de una reforma en la estrategia de seguridad en el país.

“Allí reiteró el objetivo: garantizar el imperio de la ley en todo el territorio nacional. Así como la actitud: mantener la ofensiva contra los grupos insurgentes y todas las formas de delincuencia. Igualmente esbozó el qué y el cómo para cumplir el reajuste estratégico necesario que permita contrarrestar la estrategia de supervivencia de las Farc, expresada a través de procedimientos de la denominada guerra asimétrica, que esa organización subversiva desarrolla mediante el empleo irracional de todas las formas disponibles de violencia, que son rechazadas por el Derecho Internacional Humanitario”.

Resaltó que Santos haya indicado la necesidad de ajustar la doctrina, operaciones y procedimientos empleados por las Fuerzas Armadas, en particular las Fuerzas Militares, en cuanto a revisar el esquema del control territorial, la distribución de responsabilidades y tareas, incluyendo la utilización de los Gaulas contras las Bacrim y otras formas de delincuencia común.

“El mandatario indicó, al esbozar el cómo, la necesidad de incrementar la Inteligencia, revisar el dispositivo y cooperar con la justicia. A juicio del Presidente habrá que revisar la doctrina, el entrenamiento y, si fuera del caso, dotar de equipos apropiados, aspirando el Mandatario a que en el ejercicio de su accionar se proporcione a la Fuerza Pública la seguridad Jurídica que requiere”, precisó Rosales.

Según el director del Instituto de Asuntos Geoestratégicos y Asuntos Políticos, esta directriz presidencial o concepto estratégico de primer nivel implica ajustes en las políticas sectoriales relacionadas con la seguridad y la defensa nacional, en particular la del sector Defensa, recientemente presentada con la denominación de “Política Integral de Seguridad y Defensa para la Prosperidad”.

“Por lo tanto los niveles de planeamiento, conducción y ejecución deberán reajustar su accionar con sujeción al criterio presidencial. Los resultados que se esperan procederán del área operacional que necesariamente tendrá que ser objeto de reajustes estructurales en la organización de sus unidades a fin de someter al adversario, consolidar el control territorial y de esta manera alcanzar el objetivo propuesto”, indicó.

Agregó que las Fuerzas Militares poseen la capacidad de adaptarse rápidamente a las exigencias operacionales que se deriven de una guerra asimétrica, pues “poseen unos mandos eficientes y con el más alto sentido del cumplimiento de su deber…”.
 

Cuatro puntos complicados: Marulanda

Para el consultor internacional en seguridad y defensa nacional, coronel en retiro del Ejército, Jhon Marulanda,  “las fallas que se están presentando en materia de seguridad en Colombia obedecen a uno de estos cuatro factores principales y los catalogo en el orden del más complicado al menos complicado”.

“Estos cuatro elementos son básicos en cualquier estrategia militar. El primer punto es la Inteligencia: parece que no está funcionando adecuadamente, porque no se entiende que el presidente de la República salga a decir que los ataques de las Farc en el Cauca son para aliviar la presión de las tropas que persiguen a sus máximos cabecillas o porque están siguiendo o respirando en la nuca a Alfonso Cano. Llevamos cuarenta años en esa historia de aliviar presión y no se entiende que la Inteligencia militar sea capaz de prever que si están tan cerca de uno de los jefes de esta organización alzada en armas, pues ellos van a hacer este tipo de acciones terroristas. De modo que algo está fallando en la Inteligencia que no permite que se den golpes contundentes y que le den campo a los grupos ilegales para hacer lo que están haciendo”.

Marulanda indicó que el segundo punto que puede estar fallando es el relacionado con el dispositivo. “Parece que las tropas que son no deben estar donde están. Después de lo del Cauca, el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, y el comandante general de las Fuerzas Militares, almirante Edgar Cely, salen a decir que van a instalar un Batallón de Alta Montaña y van a instalar unos EMCAR de la Policía Nacional y demás, lo que indica que están siendo reactivos y no preactivos como debiera ser. Tampoco es concebible que después de tantos años y conociendo la problemática de esa región, hasta ahora se den cuenta que un Batallón de Alta Montaña podría ayudar mucho o que los EMCAR de la Policía podrían estar allí fortaleciendo las medidas de seguridad y control. Entonces parece que no hay la concepción muy clara de lo que debe ser el dispositivo militar para enfrentar la nueva actividad de las Farc”.

El tercer punto es la conducción, señala este experto en terrorismo internacional. “Ya sabemos que hay que clavar la tabla, tenemos el martillo y las puntillas, pero alguien tiene que hacerlo. Ahí es preocupante y creo que el Jefe de Estado tocó ese aspecto cuando habla de la justicia, adecuarla o aproximarla más a la situación. A mi modo de ver, o hay cansancio o hay desmoralización o la conducción de las unidades en el campo de batalla no es la más adecuada. En esta materia, los señores generales y almirantes en ejercicio del buen retiro enviaron desde el gobierno pasado una carta hablando de la desmoralización de las Fuerzas Militares, y además la justicia no ha sido benigna con el país. Mientras la justicia es muy severa con los militares parece que es muy lapsa con otros actores del conflicto. Entonces esto puede estar deteriorando la moral, especialmente, en los niveles de los tenientes, capitanes, mayores, tenientes coroneles y coroneles, que son los que están conduciendo las tropas en primera línea. De modo que la conducción de las tropas y la moral, creo que es un factor que está afectado”.

Y, el cuarto factor sería la logística. Según Marulanda “no sé si el recorte del Plan Colombia esté afectando todo el apoyo técnico y logístico utilizado en los resonantes éxitos que desmantelaron a las Farc en el gobierno anterior. No estoy muy enterado cómo son actualmente los pasos del abastecimiento, avituallamiento, apertrechamiento de las tropas, evacuación de sus heridos y demás. No sé si todos los conflictos en Inteligencia hayan mermado las recompensas que dieron los resultados en el gobierno anterior. No sé si la logística está funcionando en el nivel que se requiere para enfrentar el conflicto armado. Por lo demás, creo que el Gobierno nacional y las Fuerzas Militares están siendo reactivos, están perdiendo la iniciativa frente al cambio del modus operandi de las Farc, que no están haciendo nada nuevo, sino repitiendo lo que hicieron hace treinta o treinta y cinco años en la lucha de guerrillas, y que exige que la Fuerza Pública, que es un monstruo, ahora obligada por la misma acción de la mismas guerrillas que estaban en guerra de movimientos, tenga que adaptarse a un tipo de operación mas fluida a menor escala y más efectiva”.

“Creo que lo que ha planteado el Gobierno y el Presidente en cuanto a la reforma de la Inteligencia es correcto y en cuanto que la justicia, a través de la reforma que hace tránsito en el Congreso, debe aproximarse más a la realidad del Ejército que nos defiende, eso también es correcto y vamos a esperar si la implementación da los resultados que se esperan. Lo cierto es que ya a nivel internacional se está pasando de la intranquilidad a la preocupación, y en todas partes nos hacen preguntas sobre si la seguridad en Colombia se está deteriorando”.

Puntualizó que “las Bacrim son un caso especial. El conflicto en Colombia está derivando hacia allá. Las Farc han mutado en un nuevo tipo de amenaza al país, en el cual se combina ya no tanto la lucha ideológica y política por las armas para la toma del poder, porque esto fue en la primera generación de esa guerrilla, pero ahora estamos en la tercera generación donde el narcotráfico es un sustento básico para el control territorial y el dominio político de zonas y áreas que les permitan seguir con el negocio. Esa mutación es el nuevo perfil de la amenaza que tiene que enfrentar el Gobierno nacional. Hacia allá se requiere más el criterio policial que militar. Sin embargo se requiere que los militares colaboren también en esta lucha. Además las Bacrim forman parte de esta nueva amenaza que tendrá que enfrentarse, porque el fenómeno del narcotráfico va para largo y es un problema mucho más complejo que el de las Farc y el Eln”.
 

Cambios mínimos: Lora

Para el general Juan Salcedo Lora, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore), los cambios deben ser mínimos en torno a los anuncios del presidente Santos para llevar a cabo una profunda revisión del esquema de control territorial y hacer un uso más eficaz y efectivo de todo el personal militar y policial para enfrentar a los grupos armados ilegales.

“En este tipo de conflictos y en lo que se llama ahora guerra asimétrica, el problema es lo cambiante de cada situación. Uno no puede operar con una estrategia que diseñó hace dos, tres o diez años, o cuando la situación era diferente. Necesariamente debe cambiar de estrategia y lo que ha hecho el Presidente es referirse a la parte acertada en el sentido de que si la guerrilla es cambiante, pues también tiene que cambiar la estrategia y aprender con nuevas formas de hacer las cosas para evitar que las organizaciones criminales tengan éxito. Es lo que se tiene que hacer”.

Según el oficial retirado, el llamado del Jefe de Estado no obedece a fallas. “Me parece que lo más exitoso de la acción militar y policial en los últimos años no se puede encontrar hoy en ninguna parte. Pero es visible que la situación cambió, porque los criminales dejaron de hacer lo que estaban haciendo y ahora están desplegando sus propias medidas de seguridad, porque se les iba la existencia ante la acción del Estado. De manera que necesariamente ellos cambiaron, entonces el Estado también tiene que cambiar de estrategia. Claro que no es un cambio trascendental en la operación de las tropas. Las tropas cuentan con unos patrones de operación, pero con algunos cambios se pueden alcanzar los resultados ante los cambios en la subversión y en las llamadas bandas emergentes al servicio del narcotráfico, los carteles del narcotráfico o la delincuencia común”, explicó.

Puntualizó que “es una situación cambiante la que se registra ahora con el actuar de las Farc o de las autodefensas ilegales. Las Bacrim son integradas por las que fueron las autodefensas ilegales, por delincuentes comunes y por guerrilleros desmovilizados que volvieron al uso de las armas. Entonces es necesario introducir algunos o poquitos cambios para enfrentarlos. No se trata de cambios trascendentales porque las estrategias y tácticas que emplea la Fuerza Pública son las adecuadas en este tipo de guerras asimétricas…”.
 

Estrategia no es inamovible: Pardo

Según el hoy jefe del partido Liberal y ex ministro de Defensa, Rafael Pardo Rueda, las circunstancias actuales en el país obligaron al Presidente a anunciar una reforma en la estrategia militar y policial para enfrentar a guerrilla, Bacrim, narcotráfico y delincuencia común.

“Me parece que las circunstancias actuales implican ese replanteamiento”, precisó. “Porque si la subversión cambia la estrategia, naturalmente la Fuerza Pública tiene que cambiarla también para adaptarse”, agregó.
Frente a qué recomendaría para reorientar la estrategia, dijo que “yo no doy consejos, porque es el presidente de la República quien ha indicado ese camino”.

Interrogado en torno a si era acertado el cambio, Pardo dijo que “me parece, él (Santos) es el que conoce y quien está ejerciendo la jefatura de las Fuerzas Militares y de la Policía”.

Sobre la forma en que la subversión pasó de la guerra de movimientos a la guerra de guerrillas e incluso ahora delinquen con uno o dos hombres, Pardo indicó que “precisamente por eso la táctica y la acción militar no puede ser inmóvil, independientemente de lo que hacen los terroristas”.
 

Mejorar moral, confianza y bienestar de tropas: Bedoya

El ex comandante de las Fuerzas Militares, general en retiro, Harold Bedoya Pizarro, afirmó que se requiere fortalecer la estructura militar, elevar la moral de las tropas, mejorar los sistemas de salud y darle facultades de policía judicial al Ejército para enfrentar con éxito a los grupos armados al margen de la ley.

“Uno entiende que lo que el Gobierno está buscando dar más responsabilidad a los batallones, brigadas y divisiones. Los comandos son los que tienen el mando directo de las tropas. Es decir, aquellos oficiales que están con el camuflado, las botas puestas, el fusil en la mano y las granadas en la cintura y me refiero a los comandantes de un batallón hacia abajo… Me refiero a los comandantes de batallón, a los de las compañías, a los de los pelotones y fuerzas de élite. Pero también se debe contar con las brigadas y las divisiones por su importancia estratégica… Es decir, una revisión del esquema de control territorial, para hacer un uso más eficaz y efectivo de todo el personal”.

Indicó que “el control de la población civil se puede tener cuando se puede ejercer el control con sus propios medios y recursos. Quiero decir que cuando el Ejército pueda hacer un retén, pueda controlar el transporte en tierra, cuando la fuerza militar pueda allanar, cuando pueda hacer Inteligencia y cuando tenga las funciones de policía judicial y pueda actuar”.

“Lo importante aquí es darle las facultades completas a los militares y quitarles la espada de Damocles, porque luego de una operación militar, sus ejecutores terminan en la cárcel. Ahora la investigación por una supuesta o presunta irregularidad no la hace la Justicia Penal Militar sino que se la pasan a la justicia ordinaria que todos sabemos que está infiltrada y con dos o tres testigos van a decir que el terrorista, el narcotraficante o el guerrillero era el hijo de una vecina, que era un humilde campesinito o que era un señor que estaba de paseo y que lo asesinaron…”.

Indicó que es necesario devolver a las tropas la confianza, seguridad y moral cuando van a combatir. Mejorar sueldos, atención en salud y bienestar.
Bedoya dijo que es necesario tener unidades especialidades de reacción inmediata en cada una de las Fuerzas y la Policía. “…Equipos suficientes y helicópteros versátiles, de amplia maniobrabilidad, como los Cobra que en Colombia no los tenemos, pero que es necesario adquirirlos”, precisó.

Según Bedoya, ante el cambio de modalidad de la subversión, se requieren pequeñas unidades para que enfrenten a los pequeños grupos terroristas. “Aquí en cambio de operar con un Comando Conjunto contra diez bandidos, pues que envíen un pelotón o una fuerza especial que los enfrente”, dijo.

“Eso es lo que hay que hacer, pero estas medidas deben ir acompañadas con facultades de policía judicial, con soluciones en materia de salud, de bienestar, de sueldos y lo más importante es que la Justicia Penal Militar funcione”.