Universidad si nos atenemos al origen latino de la expresión no es más que la comunidad de profesores y académicos que conlleva la noción básica de la libertad académica. Aunque se dice que es una creación netamente europea originada en los siglos XII y XIII; se dice que de las más antiguas es la creada en Constantinopla en el siglo IV y otras posteriormente en territorios con prevalencia de islamismo. Es un reconocimiento que el mundo occidental debe hacerle al Islam pues creó instituciones que se pueden llamar universidades como la de Marruecos que data del siglo IX año 850.
La universidad es una institución cuyo objetivo central es el cultivo del conocimiento en el más amplio sentido, el cual es concebido como un bien público que debe ser generado, trasmitido y difundido; deben trasmitir valores, ritos, destrezas y habilidades. Debe ser una institución idónea para acreditar los conocimientos adquiridos.
La universidad es, pues, centro en el cual se proporciona educación superior a estudiantes que se han propuesto visitarla como alumnos; como organismo de cultura e investigación prepara a quienes se someten a su disciplina para enfrentar los desafíos que un país o una región o un grupo de ellos les depara en el transcurso de la vida de los alumnos, y a la comunidad en la cual van a desempeñarse. Si se acepta que el conocimiento es un bien público quien es acreditado como conocedor desde luego tiene una responsabilidad social innegable.
Tratándose de entidades que cumplen con sus propósitos, digamos universidades que cumplen con el propósito de enseñar, quien tiene el privilegio de visitarlas, no solamente a través de los cursos recibidos y de las pruebas a las cuales es sometido para demostrar su dedicación y asimilación de lo que se ha enseñado, sino en un sentido más amplio, se convierte en sujeto de las actividades de su país o de su región siendo capaz de asimilar los fenómenos sociales, políticos o de su región. Dicho en otras palabras la misión de la universidad tiene que ser de la de darle a los estudiantes, aunque no en cátedras especializadas sino con el propósito de sus directivos, catedráticos, profesores y conferencistas así como en las actividades no necesariamente curriculares el ansia de conocer el medio en el cual han de continuar desenvolviéndose una vez dejen los claustros que no necesariamente sus inquietudes.
Estas consideraciones tan breves y sucintas se han ocurrido con motivo de la conmemoración de los ciento cincuenta años de la creación de la Universidad Nacional de Colombia. Quienes tenemos el privilegio de haber transitado por sus aulas, estamos en la obligación de reconocer que nuestra Universidad es digna heredera de la historia de la universidad en el mundo y que nos enseñó a desempeñarnos con dignidad. Muchos profesionales nos enorgullecemos de haber podido visitar esta Universidad y reconocemos que nos inculcaron no solamente conocimientos sino que aprendimos a ser mejores ciudadanos.