Tal y como lo sostuvo G.K. Chesterton: hay gente que tiene una cabeza muy inteligente, muy lúcida, muy brillante pero que no la tiene en su puesto. Tener la cabeza en su puesto; a eso se le llama cordura.
Esa es la mejor descripción que hace más de 100 años se le hiciera a la alcaldesa Claudia López. Muy inteligente, locuaz y tribuna, pero poco sabia, poco cuerda.
Sin embargo, a su precaria administración y a su poco sentido del gobierno y la responsabilidad pública y a su siempre presta disposición camorrera y pugilista, le apareció un destello de esperanza, una suerte de luz poniente que posterga la llegada del ocaso.
El nombramiento de Aníbal Fernandez de Soto en la secretaría de seguridad constituye todo un bálsamo de optimismo. La ciudad se desmorona en pedazos y las glorias de las pulcras y progresistas administraciones de Castro, Mockus y Peñalosa se han visto eclipsadas por el desgobierno de los regímenes populistas de izquierda. Claudia no ha sido la excepción.
Pero en el peor momento del mal gobierno, la poca administración y el insulto y la pelea, llega a poner orden un socialdemócrata moderado, decente, con todas las maneras democráticas y los modales que identifican a los buenos líderes.
Aníbal ha cruzado los Alpes del populismo que protege la administración actual para posicionarse en peligroso cargo, pero, conociéndolo, auguro que lo hará bien y, de paso, salvará a su jefa del histórico cataclismo.
Fueron tres sus mensajes disonantes y sabios: 1. En materia de seguridad se trabaja con el gobierno nacional, no contra él. Sin fisuras ni encontrones, como lo demanda la ciudadanía y lo ordena la Constitución Política. 2. Trabajo mancomunado y respetuoso con las fuerzas del orden. Exigencia y reconocimiento a los policías que enfrentan la criminalidad. 3. Diálogo con límites. Amanecerá y veremos con qué moneda le responderán los facinerosos, por lo pronto, ese llamado al diálogo es propio de un Aníbal calmado, cuerdo, negociador por instinto, decente por educación y formación y amante del servicio público. Un verdadero activo de la administración pública.
Llega a la cabeza de la secretaría de seguridad un caballero que no dudará en poner lanza en ristre para enfrentar con altura, decoro y justicia a los delincuentes que tanto nos atormentan.
En hora buena por la ciudad; en hora buena por el canciller de la decencia, el Dr. Fernandez de Soto y en hora buena por la propia alcaldesa quien ha escogido al mejor escudero posible dentro de sus propias filas ideológicas pero alejado de los hábitos pendencieros.
@rpombocajiao