Seré un tambor… | El Nuevo Siglo
Jueves, 30 de Noviembre de 2023

La elección de Milei en Argentina me hizo recordar a George Orwell y su novela política de ficción distópica “1984”. Milei será el primer presidente libertario del planeta y quien, estoy seguro, recuperará la libertad del individuo, sus derechos a la propiedad privada y el libre mercado en Argentina. Un país cuya bellísima ciudad capital, Buenos Aires, tiene metro desde 1913 solo una década después que Nueva York y nos lleva años luz en desarrollo, cultura, decencia y belleza.

Pero que gracias a la dinastía Kirchner, fundada en el poder, la corrupción y el dinero y el apoyo de Maduro, Chávez, los Castro y de Petro hoy son el cuarto país más pobre del mundo. Cayeron en las garras de una familia muy similar a los Petro- Alcocer en la cual esposo, esposa, hijo, hija, mozo y moza, haya o no sido criado por el patriarca, ostentan un gran poder político-popular económico, judicial, social y mediático. Una casta que acabó con la libertad y siempre actuaron como ese Gran Hermano del que habla Orwell en 1984 mediante el esclavismo, autoritarismo, colectivismo y mucha riqueza para el privilegiado grupo familiar. Para el resto restricciones y pobreza…

Regímenes controladores autoritarios que desconocen las instituciones. No les gustan sus medidas ni sus normas. Expertos en decrecer y destruir. Por eso la lucha fratricida debe ser contra ese Gran Hermano, ese que todo lo ve y lo escucha, y quiere tener el control absoluto de todo.  Usan recursos sicológicos muy al estilo del régimen político Inca basados en el terror para afianzar la gobernabilidad, la unidad del régimen y los proyectos del gobierno.

Ejemplo: El inca Iván Cepeda radicó un proyecto de ley a favor del régimen para crear el delito de obstrucción de la paz y meter a la cárcel al que incurra en alguno de los siguientes verbos rectores: obstruir, impedir o restringir el proceso de paz (del régimen). Es decir, que cualquiera que esté en contra de ese Frankenstein incluso yo como columnista podría ir a la cárcel. Algo que parece calcado del régimen político Inca en el cual cualquiera podía ser acusado de traidor y/o rebelde solamente por el hecho de oponerse al régimen del Sapa Inca y sus funcionarios. Solo faltó que Cepeda propusiera en su proyecto de ley hacer tambores con la piel de los traidores y/o rebeldes en contra del proceso de paz del gobierno.   Recordemos que los incas hacían tambores con humanos completos previamente “perfilados” como rebeldes y/o traidores “ejemplares”. Los llamaban “runatinya”. La barriga era el tambor. O sea que directivos de Financial Times, The Economist y hasta yo podríamos convertirnos en una runatinya. Aunque yo no sonaría pues no tengo barriga…

El regreso de la libertad en Argentina es una excelente noticia y una oportunidad para vernos en ese espejo futurista….  Un país libre no será jamás sometido al Gran Hermano. Ser libre no es como suele creerse. Salir a almorzar, levantarse y respirar.

Ser libre es no estar sometido a la voluntad de alguien que cree que tiene poder sobre usted.

juanfelipereyes@hotmail.com