Semáforos a subsidios | El Nuevo Siglo
Lunes, 29 de Marzo de 2021

Con la decisión de llevar a cabo una reforma tributaria, el presidente Duque ha dicho que Colombia necesita enfrentar los efectos de la pandemia pensando en lo social y pensando en lo fiscal. Esta línea tan difícil de combinar sólo puede darse con señales en la eficiencia del gasto social. El mensaje textualmente no puede ser sólo impositivo.

En circunstancias tan difíciles para proponer nuevos impuestos es indispensable poner, de cara a la gente, las verdaderas intenciones en la austeridad en el gasto público y, por otro, la concepción, de sus beneficiarios, de subsidios transitorios, y no perennes, que abran la puerta de entrada al sector productivo y cierren la puerta de las condiciones de pobreza o informalidad.

La llamada situación de vulnerabilidad no puede ser un estado permanente y la eficacia de la política social obliga a tener una base de datos que se mueve, capaz de vislumbrar quienes, por distintas razones, están entrando en dificultades mayores y por supuesto quienes las superan.

A ello se refiere el concepto de llegar a los nuevos vulnerables o vulnerables ocultos y para los casos positivos, de marcar su éxito como prueba de superación de la línea pobreza. Se trata de poner luz roja, amarilla o verde a esta transición.

Sin lugar a dudas este tipo de veeduría, esta semaforización, se alinearía a los argumentos de la presentación del proyecto de reforma tributaria, que el gobierno menciona tener un “poderosísimo componente social y un poderosísimo componente fiscal” que permita: “i) eliminar la pobreza extrema en el país, ii) atender a las familias más necesitadas con un ingreso de manera sostenible, social y solidario, y iii) dejar resuelto un horizonte fiscal de corto, mediano y largo plazo que mantenga la confianza de los inversionistas en Colombia”.

Según la Encuesta Nacional de Presupuesto de los Hogares 2016-2017 (ENPH), del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) para 2019, antes del covid-19, en el país había cerca de cuatro millones trescientos mil hogares pobres), es decir cerca de diez y siete millones y medio de personas, de los cuales casi el 27% se encontraban en situación de pobreza extrema, o sea alrededor de cinco millones de personas. Un hogar de cuatro personas es considerado pobre si tiene ingresos mensuales iguales o inferiores a un millón trescientos mil pesos mensuales. Se estima que esta cifra de hogares puede pasar de cuatro a seis millones de hogares pospandemia.

Las propuestas de la comisión de expertos internacionales para la reducción de beneficios tributarios, que incluyen la eliminación de exenciones fiscales, la ampliación de la base del impuesto de renta, la modificación de la forma como se gravan las pensiones el aumento del IVA a bienes y servicios, necesita complementarse con ese reflector.

La semaforización a los subsidios es indispensable, si se trata de tener una senda permanente de opciones a la salida de la pobreza, pero acompañada de la convicción del fruto del pago de impuestos para quienes hacen el esfuerzo.

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

atisbosmariaelisa@gmail.com