“Totalitarismo busca la creación de una única versión de la historia”
El partido Centro Democrático parece dispuesto a iniciar una cruzada en contra de lo que ellos han dado en llamar el “adoctrinamiento” que estaría ocurriendo en los establecimientos públicos de educación por parte de algunos profesores afiliados al sindicato de Fecode.
Aunque no se ha definido exactamente en qué consiste el supuesto “adoctrinamiento” al parecer tendría que ver con la enseñanza de conceptos históricos o de ciencias sociales que al CD le parecen chocantes, de modo que en el fondo lo que pretendería el partido de gobierno es el control de los currículos o la eliminación de la libertad de enseñanza en la forma que la garantiza la Constitución Nacional.
El tema del control del material de enseñanza, de los textos e incluso de lo que tienen derecho a decir los profesores no es nuevo en los debates políticos pero siempre se ha asociado más a los regímenes totalitarios que a las democracias, pues de la esencia de éstas es justamente el conocimiento amplio y diverso de todos los temas como único medio de garantizar la formación del criterio de los niños que los hará hombres y mujeres libres.
En contraste, el totalitarismo busca la creación de una única versión de la historia. De un pensamiento único. Por eso varias de las más grandes tragedias humanitarias han ocurrido en sociedades totalitarias donde se decidieron procesos de “reeducación” como política general de alguno de esos dictadores mesiánicos que a cada tanto aparecen en el planeta. La banda de los cuatro, que en China se encargó de eso que llamaron la “revolución cultural”, que terminó convertida en un gran genocidio. Pol Pot, que en Camboya acabó con la tercera parte de la población en un proceso de “reeducación” que pretendió devolver toda la sociedad a la pureza que supuestamente se encontraba en el campesinado. Y Joseph Stalin, que asesinó millones de personas en los “Gulag” que eran oficialmente “Campos de Reeducación” de los “enemigos del pueblo”, son algunos de los ejemplos más documentados.
Todos esos mesías, no solo pretendían construir un futuro, sino sobre todo reconstruir un pasado que se ajustara a su versión de la historia. Como si siguieran el lema del Partido Oficial en “1984” de George Orwell, predican que “quien controla el presente, controla el futuro. Quien controla el pasado controla el presente”. Y por eso es que el control de la educación se les convierte en una obsesión, porque necesitan moldear un pensamiento único de gente dócil que haga innecesaria la intervención de la “Policía del Pensamiento”. Por eso es que algunos sectores religiosos de los Estados Unidos exigen excluir las teorías evolutivas de la educación y pretenden imponer los dogmas creacionistas.
En contraste las democracias liberales, en el sentido Popperiano del término, solo buscan garantizarle a sus profesores y alumnos, como escribió Winston en “1984”, que “libertad es poder afirmar libremente que dos y dos son cuatro. Si se concede esto lo demás vendrá por sus pasos contados”.
La libertad de enseñanza es de las cosas que nos diferencian de Cuba y Venezuela. Defenderla es oponerse al castrofachismo.
@Quinternatte