Rafael Gómez Martínez* | El Nuevo Siglo
Jueves, 13 de Noviembre de 2014

Mussolini en Latinoamérica

Los últimos resultados electorales en América Latina, nos muestran a una región fracturada, dividida, decepcionada por el Socialismo del siglo XXI y angustiada por su devenir no solamente en lo político, sino en lo social y económico.

La victoria de Dilma en Brasil dejó un sabor amargo similar al de Juan Manuel Santos Kerensky contra Óscar Iván Zuluaga. La mayoría de los brasileros deseaban un cambio en las políticas sociales y económicas pero, sobre todas las cosas, los brasileros están cansados de la corrupción y de las mentiras tan rampantes del régimen de Lula y sus secuaces. El escándalo de corrupción de Petrobras revelado por la revista Veja, apenas una muestra.

Como se comienzan a conocer las estrategias, métodos, electorales que utilizan los movimientos políticos afines al Foro de Sao Pablo, la gente tiende a despertarse del letargo. Eso, fue lo que pasó en Brasil. La gente se despertó. Más de 50 millones de brasileros se despertaron. Es el equivalente a que todo un país como Colombia se despertara de la anestesia socialista en que ha caído.

El PT, Partido de los Trabajadores, de Lula está en el mando hace 16 años. Una vez estos movimientos populistas del neosocialismo del siglo XXI llegan al poder no hay poder humano que los saque. (En la Bogotá Humana, la izquierda llegó hace 12 años al poder y vean cómo se encuentra la ciudad).

El segundo período de Dilma no comenzó bien. Dicen que en Sao Paulo se presentan manifestaciones a diario porque no quieren reconocer el boletín electoral  emitido por 23 personas a puerta cerrada del CNE dominado por el PT. Envió un mensaje de urgencia al Congreso para la famosa reforma política que busca el control total político a lo que la mayoría de la Cámara Baja le dijo que no. Se presentó una inmensa manifestación de camioneros la semana pasada. Se cerró un importante medio de comunicación como El Comercio, de tendencia conservadora, donde escribía el famoso filósofo Domingo Carvalho. 

En la Bolivia de Evo, hace más de un mes que no se conoce el boletín oficial electoral. Como se dan los resultados a boca de urna y el CNE los avala inmediatamente y los medios de comunicación están controlados en su totalidad por el régimen oficialista de Evo, no hay derecho al pataleo. Va para su tercer período. Pero eso sí, para comprar caballos pura sangre a razón de US$ 30.000 cada uno, construir un nuevo edificio gubernamental por US$ 30 millones junto con una planta nuclear con el apoyo iraní por valor de US$ 2.500 M, estamos listos.

Y en Uruguay, el Frente Amplio va para su tercer período.

Si Mussolini viviera en Latinoamérica estaría más que contento. Sus alumnos lo superaron. Y en Colombia… Y la paliza a Obama…

Puntilla. ¿Dos bombarderos rusos violaron el espacio aéreo colombiano durante los días 31 de octubre y 1º de noviembre?

@ragomezmar

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI