ATALAYA
Al rescate de Chile
Cuando un ciudadano visita a Santiago, al preguntarle al taxista sobre el porqué de la calidad de vida del pueblo chileno, la respuesta es contundente: “En Chile no se roba”. Sin embargo, el periódico El Mercurio de Santiago recogió una frase del senador Ignacio Walker: “Al interior y al exterior del país la gente se pregunta: ¿qué pasó con Chile?”
Al parecer, los sobresalientes resultados económicos que durante décadas hicieron de Chile un modelo económico contrastan con el ambiente de incertidumbre social y político de su presente.
En la entrevista, el senador Walker comentó sobre los actuales problemas de gobernanza de Michelle Bachelet a quien un escándalo de corrupción por el favorecimiento de un crédito superior a US$ 100.000 destinado a su hijo puso en jaque a su gobierno recién posesionado.
El caso del hijo de la Bachelet tuvo como efecto la inmediata reacción del pueblo chileno quien había logrado sobrevivir a los escándalos de corrupción gubernamental que se suelen presentar en los gobiernos de la región suramericana.
Las reacciones de parte de la mandataria no se hicieron esperar. Bachellet, al igual que JMS Kerenski, dan bandazos a diestra y siniestra para levantar a u toro que se fue para las tablas, como dirían en la tauromaquia española.
Como a los mandatarios tipo Bachelet y JMS solo les interesa su imagen, para impulsarla tomó medidas que se salen del tradicional formato de gobierno chileno: cambio radical de los miembros de su gabinete ministerial, (como si los ministros tuvieran la culpa del desembolso del crédito a su hijo), junto con una nueva Constitución donde se le darían poderes especiales a la mandataria.
El desprestigio del actual gobierno es tan profundo que su ministro de Defensa, uno de los funcionarios más importantes en cualquier país, presentó su renuncia en un claro ejemplo del ambiente de incertidumbre al interior del gobierno.
Además, de los anteriores obstáculos la sociedad chilena se encuentra en combustión social por cuenta de las universidades públicas junto con el regreso del terrorismo urbano.
El peruano Eudacio Ravines, un comunista arrepentido de los años setenta, presentó un libro donde muestra cómo a Chile le montaron una conjura comunista impulsada a nivel internacional desde la Kominterm rusa junto con la ayuda de Fidel Castro para que Salvador Allende llegara al poder. Por lo anterior es que se origina el titular de la presente columna de opinión: Al rescate del Chile.
Gracias a Ravines, los chilenos no tendrán que regresar a los años setenta de Allende porque la Bachelet del siglo XXI se encargará de alimentar el socialismo bolivariano de tan buenos éxitos a nivel económico y social.
¿La selección de fútbol tiene como misión el rescate de Chile en la Copa América?
Puntilla. Mao y su revolución cultural se llevaron por delante a más de 20 millones de chinos, JMS con su proceso de paz a más de 1.700 soldados y policías, tal para cual.
@ragomezmar
*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI