RADAMÉS BARCA | El Nuevo Siglo
Domingo, 15 de Septiembre de 2013

Un respiro a Assad

Es evidente que el Gobierno de Siria ha usado sustancias químicas letales en ataques a civiles. El conflicto estalló hace más de dos años y en este lapso más de cien mil muertos corroboran la naturaleza represiva del régimen de Bashar al Assad. Bombardeos contra ciudades donde hay reductos de rebeldes pero también gente ajena a la contienda. Ancianos, mujeres y niños han sido víctimas de la brutal reacción de las fuerzas gubernamentales.

En la ONU, el Consejo de Seguridad no ha podido actuar debido a la presión de dos poderosos aliados del gobernante sirio: China y Rusia. Es obvio que tienen una relación comercial y de suministro de armas. Los países occidentales no han podido reforzar más a los opositores  que luchan contra una dictadura hereditaria. Hafez Assad, padre del actual Presidente sirio, gobernó con mano dura por décadas ese país. Solo dejó el poder cuando falleció. Entonces recibió ese legado el actual mandatario, que incluso se educó en Inglaterra y pareciera que la vocación era otra, no la de mandar. Sin embargo, pronto se asimiló al cargo y ahora lo defiende con denuedo y dispuesto a no dejarse sacar del poder, aunque tenga que llegar a extremos de crueldad.

Y acaban de darle un respiro por cuenta de su aliada grande Rusia, que con su estrategia de sugerirle a Assad que entregue el arsenal químico, se le adelantó a Estados Unidos que pretendía un ataque militar a los complejos militares sirios. Moscú le ganó la partida a Washington, igual Damasco. El desmantelamiento de los depósitos de armas químicas puede tardar. Es clave la vigilancia que mantengan EE.UU. y la ONU sobre este proceso para garantizar que el régimen de Siria cumpla lo ofrecido. Ya lo ha advertido la Casa Blanca. Si la diplomacia no prospera entonces tendrán que actuar militarmente. Es una situación que no beneficia a los rebeldes que luchan contra Assad, quien tiene la oportunidad de continuar ejerciendo el mando despótico. Solo resta esperar el desarrollo de los acontecimientos. El mundo está pendiente de que en verdad se deshaga Assad de las letales armas químicas. Además, no tiene alternativa. El gol de Rusia en este caso le permitirá a Bashar al Assad prolongar su estada en el Gobierno. Aunque no hay mal que dure cien años… seguramente los opositores no se van a dar por vencidos.