He estado en contacto por mi trabajo representando a Colombia en África varios años, con los países que fueron colonizados por los ingleses y franceses y siempre encontré grandes diferencias. Vivencié más radicalismo y encono en los países que sufrieron el yugo inglés que en los francófonos. Las razones pueden ser múltiples y sin pretender aminorar la forma despótica, autoritaria, injusta, excluyente de los dos, mi experiencia es que los colonizados ingleses demuestran mayor rencor y dolor.
En los siglos 18 y 19 siendo la potencia mundial por su armada y fortaleza militar, la Gran Bretaña siempre estuvo en guardia ante sus enemigos, que tenían que ser muy buenos navegantes para poder abordar la compleja geografía de la isla. Por estas razones este imperio tuvo una ¼ parte de la población mundial en sus manos y 1/5 parte fue gobernada por ellos.
Ahora bien, miremos como ese gran imperio de los mares, dueño de cuánto quisieron, en este siglo 21 se ve desdibujado a pesar de seguir ubicándose como la sexta economía mundial.
El Reino Unido, que es la unión de todas sus islas excepto Irlanda del Sur que se independizó totalmente en 1922, hizo la unificación en el siglo 19 a la fuerza, con los galeses e irlandeses, mientras los escoceses prefirieron unificar su corona con la de Windsor. Actualmente está dividido en dos estados independientes: la Gran Bretaña y la República de Irlanda.
Colonizó gran parte de África, estas colonias fueron definitivas para que logrará el desarrollo industrial, volviéndose un bloque comercial, ya que estas le aportaban las materias primas y riquezas mineras.
En las guerras mundiales perdió poder por Alemania, pagando un alto precio, siendo sustituida por USA como potencia naviera. Durante la guerra fría tuvo que dejar independizar sus colonias y para buscar el equilibrio del poder, ha tenido que hacer alianzas especialmente con USA haciendo un puente entre Europa y este, apoyando 29 conflictos, como las guerras de Irán y Afganistán y ahora Ucrania.
En Europa era el mayor contribuyente a la Unión Europea, pero su retiro con el Brexit le ha traído pérdidas enormes y una recuperación lenta de su economía. La migración, la alta inflación, los recortes presupuestarios incidiendo en la salud y la educación, han creado una división política que le costó a la derecha perder las últimas elecciones, después de 14 años de manejar el país. Sin olvidar los problemas con Irlanda del Norte, que tienen mayoría protestante, y que al igual que Escocia quienes no estuvieron de acuerdo con el Brexit, lo que ha llevado a diversas manifestaciones y protestas de los movimientos separatistas, que piden la reunificación de Irlanda, especialmente los católicos a través de un referéndum. En Escocia a su vez, con los movimientos separatistas se está haciendo una gran presión.
Escocia e Irlanda del Norte componen el 42% de la masa territorial de la Gran Bretaña, el 12% de su PIB y el 11% de la población
Al separarse Escocia, debilitaría a la Gran Bretaña económicamente perdiendo un 10%, además tiene las reservas importantes de petróleo y gas, en el mar del norte y las bases militares y navales de los submarinos nucleares Trident, que están en su territorio por razones de ocultamiento y movilidad. La defensa escocesa es de 4.500 millones de dólares. Y su economía perdería un 10%. Además, esta querría participar en el Consejo de Seguridad de la ONU socavando la imagen de la Gran Bretaña, lo que aprovecharían India y Japón.
Su estado es vulnerable y el separatismo es una amenaza permanente, sumado al error del Brexit que le ha costado lagrimas a su economía y a la derecha. La verdad es que así ha quedad reducido el gran imperio inglés.