Observancia del sábado
“Jesús vino a salvar a todo el mundo. Tanto a los buenos como a los malos”
Un sábado entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. Estaban al acecho los escribas y fariseos por si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle. Pero Él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte ahí en medio. Él, levantándose, se puso allí. Entonces Jesús les dijo: Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla. Y mirando a todos ellos, le dijo: Extiende tu mano. Él lo hizo, y quedó restablecida su mano. Ellos se ofuscaron, y deliberaban entre sí qué harían a Jesús.
Meditación del Papa Francisco
Es una falsificación del Evangelio. Y estos ideólogos –lo hemos visto en la historia de la Iglesia– terminan por ser, se convierten en intelectuales sin talento, sin bondad. Y no hablemos de belleza, porque no entienden nada. En cambio, el camino del amor, el camino del Evangelio, es sencillo: es el camino que han comprendido los santos: ¡Los santos son aquellos que llevan la Iglesia adelante! El camino de la conversión, el camino de la humildad, del amor, del corazón, el camino de la belleza… Oremos hoy al Señor por la Iglesia: que el Señor la libere de cualquier interpretación ideológica y abra el corazón de la Iglesia, de nuestra Madre Iglesia, al Evangelio sencillo, a ese Evangelio puro que nos habla de amor, que lleva al amor y ¡es tan bello! Y también nos hace bellos, a nosotros, con la belleza de la santidad. ¡Oremos hoy por la Iglesia!"(S.S. Francisco, 19 de abril de 2013).
Reflexión
Una de las actitudes que Jesús rechaza con más fuerza es la hipocresía. Es la actitud de la gente que quiere aparentar que son buenos, inteligentes o rectos, para luego comportarse al contrario de lo que profesan ser. Esta es la actitud de los escribas en este Evangelio. Jesús llama al hombre enfermo para hacer una obra buena en él. Los escribas quieren acusarle por curar en sábado, que estaba prohibido por la Ley de Moisés. |