Orlando Cano Vallejo | El Nuevo Siglo
Martes, 31 de Marzo de 2015

Muy enrarecido

 

En plena Semana Mayor, el clima político y social se siente enrarecido por cuenta de una administración de justicia que pone en duda conceptos de ética, respeto y responsabilidad. La economía, para empeorar el escenario, no sale bien librada de este abanico de sucesos dañinos para la justicia colombiana. Lo que ocurre en las cortes influye en el clima de los negocios. Los magistrados que han venido orquestando actuaciones irregulares deberían saber que sus actos comprometen la marcha de las instituciones, pero también de la política económica. Se resienten la confianza y el moderado optimismo que venían pregonando los hogares colombianos respecto al futuro de la economía, del país y del Gobierno.

En la medida que economía y política van de la mano, solidarias para bien o para mal, el caos institucional de las cortes, las dudas frente a la gerencia de la justicia, la desconfianza ante tribunales, jueces y abogados, lesiona cualquier principio ético de democracia y desarrollo.

La Semana Santa no podía ser de mayor calvario para la institucionalidad. El cúmulo de recetas anunciado por el Jefe de Estado, no es otra cosa que la necesidad que tiene el ejecutivo de prevenir, reparar y enviar un mensaje de inconformidad por el feo espectáculo de magistrados, odios personales de juristas e instituciones. El escenario nacional parece caminar este martes al vía crucis. Una pesada cruz llevan a cuesta Gobierno y representantes de la sociedad por cuenta de unos tribunales de justicia que hoy pecan y mañana quieren impunidad.

 “Vamos a cortar el vínculo entre política y justicia”, sentenció el presidente Santos. Luego afirmó: “la ética tiene mucho que ver con el derecho y con el buen gobierno. Habrá examen de Estado para abogados”. Vendrá además un proyecto de ley para redoblar la prohibición del cabildeo. No más abogados visitando cortes para influir en decisión de magistrados, se vio precisado a anunciar el presidente Santos. Punto final a puerta giratoria. Magistrados no podrán saltar de una corte a otra. Tú me ayudas, yo te elijo, tú me nombras, yo te pago. Es una vergüenza tener que llegar a estos estadios de prevención y castigo por malos actos de magistrados que ponen en jaque la honra institucional del país.

No es sano llegar a la conclusión de que Comisión de Acusación de la Cámara no ha ejercido bien su tarea de investigar a funcionarios con fuero especial. El presidente Santos se vio también en la necesidad de anunciar un tribunal de aforados con más ‘dientes’ para actuar que esa comisión legislativa.

Así las cosas, el país respira un aire enrarecido.