Inmortalizado como estaba después de sus enseñanzas y hazañas políticas, Mahondas Gandhi echó a correr por los confines planetarios un sin número de creencias, principios morales y aforismos. Uno de ellos, quizás el más conocido, se dio cuando sentenció ante centenares: “lo que más me duele le los actos malos de la gente mala, es la indiferencia de la gente buena”

Con qué nobleza pero con qué decisión ésta “alma grande” ha trasladado buena parte de la miseria humana a la indolencia de las gentes que se autodenominan “buenas” pero que no tiene la entereza para enfrentar las circunstancias o, como diría Hegel, su destino.

Por eso caen bien publicaciones de personas definidas y con carácter. Personas que anteponen su sagrado derecho al buen nombre por defender y promulgar sus tesis, siempre válidas, siempre dentro de la legalidad, siempre respetuosas, nunca claudicantes.

Así es la nueva obra del columnista y opinador José Miguel Santamaría y que trae por nombre el título de esta columna. Con prosa fluida y prístina acude a lo que pocas plumas acuden por estos días: al sentido común.

Compara cosas comparables, sus analogías son conducentes, sus metáforas profundas y esclarecedoras y sus análisis plagados de puntos sabiamente populares.

La gente está legítimamente aburrida y francamente desilusionada gracias al desgobierno. El desánimo se apropia de las almas nobles cuando sus gobernantes no les dan la talla y la desesperanza campea cuando sus malquerencias se visten de cotidianidad y responden al nombre del hambre.

Por eso las líneas de Santamaría llegan en buen momento para hablar con direccionamiento y claridad. Para hablar con precisión y  franqueza para trasmitir los sentimientos de la gran mayoría que en ausencia de ecos reciben de las voces de este connotado conservador voces de acompañamiento y, si se quiere, de aliento.

No soy indiferente, obra de José Miguel Santamaría y última publicación de la Corporación Pensamiento Siglo XXI: receta obligada para quienes quieren llegar a un oasis de reflexión en medio de tanta postración ante un gobierno que nunca se dio cuenta de qué se trataba su misión.

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI.

@rpombocajiao