Myles Frechette: rectitud y coherencia | El Nuevo Siglo
Domingo, 13 de Agosto de 2017

En el documental “¡Colombia vive! 25 años de Resistencia”, hay una escena que expresa la rectitud y coherencia del recién fallecido exembajador de EE.UU. en Colombia (1994-97) Myles Frechette. Se trata de un momento del discurso de posesión del expresidente Samper en el que dice “…nadie en el mundo tiene autoridad moral para darle lecciones al país de cómo combatir el narcotráfico”. Y acto seguido todos aplauden menos el embajador.

¿Cuál era el trasfondo? Al día siguiente del triunfo de Samper sobre Pastrana (20 de junio-94), estalló el escándalo de los narcocasetes, circunstancia que aprovechó el último para pedirle al electo presidente la renuncia si se comprobara el ingreso de los dineros de la mafia a su campaña. Pero el momento político hizo ver a Pastrana como “el mal perdedor” y la validez jurídica de los narcocasetes fue enterrada por el exfiscal De Greiff un mes antes de dicha posesión.

Lo que no pudieron enterrar fueron los documentos que indicaban “donaciones” de dineros y especies como camisetas, a las campañas de varios congresistas liberales y a la de Samper (cheques, chequeras, etc.) incautados el 8 de julio del mismo año por el bloque de búsqueda bajo mi comando, en sendos allanamientos incluyendo la oficina de Guillermo Pallomari, lo cual dio lugar a la apertura del proceso 8.000.
Volviendo a Frechette, éste asumió el 25 de julio, y entre los informes que recibió del jefe de la CIA en Colombia, estuvo lo de la apertura del 8.000 debido a que con dicho jefe trabajé en estrecha coordinación y conocí los principales documentos que daban cuenta de los sobornos de la mafia mediante aportes a las campañas electorales.

Todo lo anterior explica por qué Frechette no aplaudió el discurso de Samper y por qué, debido a las actitudes evasivas ante la verdad que asumió el expresidente durante su gobierno, las relaciones con EE.UU. en esos años llegaron a un punto tan bajo. Tanto así que tuvimos un presidente vetado para ingresar a los EE.UU.

Ahora bien, quince años después de dejar el cargo, Frechette tuvo la oportunidad de, una vez más, demostrar su talante. Durante los primeros meses del primer gobierno Uribe fui sorprendido con la negativa del consulado de EE.UU. a renovar mi visa y la de mi familia. Pero fue mayor mi indignación ante la respuesta que recibí: “por tener vínculos con grupos terroristas”. Ante los infructuosos esfuerzos que realicé ante la embajada de EE.UU. para corregir la injusticia, ubiqué el teléfono de Frechette y le pedí el favor de que me ayudará a resolver el asunto. Su respuesta fue: “Coronel, estoy retirado del servicio público pero voy a ver que puedo hacer para corregir ese error de mi gobierno, aunque no le puedo garantizar nada”. Pero dicho y hecho, se corrigió la injusticia y pude deducir su origen: un informe del DAS de la época, el de Noguera y Narváez.

@CarlosAlfonsoVR